Conviven Botero, Dickens y Paz en el “Día Internacional del Libro” en la Ciudad de México

En esa atmósfera, los libros y la lectura comenzaron a tener su propio festejo en el lugar: un día antes del Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor, se celebró al objeto a todo lo que produce mediante diferentes actividades: desde una sala de lectura, hasta una pequeña feria del libro, pasando por un ring de letras, dos paralibros o espacio para la escritura de un cuento colectivo o dedicado a ilustradores.

Una verdadera romería, que tuvo como protagonista a Charles Dickens, a quien se dedicó el programa en el bicentenario de su nacimiento; incluso, dentro del acervo del Programa Nacional Salas de Lectura, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), se produjo el volumen Para leer al anochecer. Historias de fantasmas, que fue leído en los diferentes espacios recreados en Bellas Artes.

Durante el acto oficial, la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio, reconoció que una de las misiones fundamentales de las instituciones culturales de nuestro país es acerca al público al gusto por la lectura, difundir la literatura y propiciar el contacto y la cercanía con los libros y sus autores.

“Estamos convencidos de que el trato con la palabra escrita y los universos que ella crea son indispensables en un mundo que exige de nosotros ampliar y profundizar nuestra conciencia sobre las complejidades y, sobre todo, desarrollar cada vez más nuestro gusto y el gozo por leer.”

Tras una sencilla ceremonia, se comenzó la lectura en voz alta del libro Para leer al anochecer. Historias de fantasmas, siendo la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), Consuelo Sáizar, la encargada de leer las primeras líneas del relato “Fantasmas de Navidad”.

“El esfuerzo que se hace de promoción a la lectura es plenamente correspondido por una comunidad siempre atenta y siempre deseosa. La lectura es el mejor camino para tener posibilidades expresivas, encontrar la palabra, enriquecer el vocabulario”, destacó la funcionaria.

En esa lectura participaron Victórico Albores Santiago, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM); el director del Fondo de Cultura Económica, Joaquín Díez Canedo; la directora del INBA, Teresa Vicencio; el director de Radio Educación, Antonio Tenorio Muñoz Cota; la directora general de Publicaciones del CONACULTA, Laura Emilia Pacheco y Socorro Venegas, directora de Fomento a la Lectura y al Libro.

Pero antes –y después- ya lo habían hecho niños y jóvenes, adultos mayores, quienes se apropiaron de los libros en la explanada de Bellas Artes: desde quienes leían al oído algunos pasajes de Dickens, hasta quienes prácticamente arrebataban de una figura hojas que contenían poemas de Sor Juana, Octavio Paz o Alí Chumacero.

Una verdadera fiesta en la que se escribió un libro colectivo, se regalaron poemas, se hicieron ilustraciones y hasta se adelantó una versión en radionovela de Grandes esperanzas, que prepara Radio Educación, pero en especial se leyó, se leyó y se leyó…

“Persisten implacables / sílabas, frases: sólo palabras / al asombro del mar dichas en tiempo aciago, / cuando los aires eran arena, / o en hoteles vacíos de sucios corredores, / mientras se oían gallos lejanos / y en aliento colmaba la arcilla su delirio.” “Palabras del amante”, de Alí Chumacero.

Fuente: (milenio.com/Jesús Alejo)

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