“Canícula”, película que versa sobre las escuelas de niños de los “Voladores de Papantla” y las mujeres alfareras

Si en su anterior trabajo Flores en el desierto, Jose Álvarez dio voz a las comunidades huicholas, ahora en Canícula opta por adentrarse en el mundo totonaca para dar cuenta de sus mujeres alfareras y la escuela de niños de los voladores de Papantla.  

La canícula es considerada la etapa más calurosa del año, y según la cultura totonaca es tiempo de rendir tributo a los dioses para que la sequía no se imponga y lograr que las lluvias vuelvan la tierra más fértil.

A partir de la canícula nace la danza y sacrificio de los voladores de Papantla, en el estado de Veracruz, y es justo ahí donde Jose Álvarez se dedicó por un año a documentar la vida de la comunidad.

“Hemos sido muy afortunados, hemos aprendido como acercarnos a la gente, con respeto y con la debida distancia, para que nos abrieran sus corazones. Además hemos puesto atención en cómo viven y se desarrollan. Al final te conviertes en un instrumento porque terminan contando sus historias”, explica el cineasta.

Inicialmente Jose Álvarez fue invitado a documentar el trabajo de las mujeres alfareras, pero poco a poco la historia creció y se convirtió en un largometraje que ha sido seleccionado en los festivales de Morelia, Guadalajara y participarán en los siguientes meses en el Festival de Polonia y Estambul.

Canícula compite en la sección de Plataforma Mexicana en el Riviera Maya Film Festival, certamen que cuenta con el apoyo del Conaculta, a través del Imcine, el cual concluirá este domingo 25 de marzo.

Jose Álvarez dice que no hubo necesidad de recrear nada, más bien filmó el actuar cotidiano “y las cosas fluyeron como ojo de agua. Creo que como cineasta la distancia que pongo es parte del respeto hacia las personas de la comunidad y la tarea es trasmitirles el interés que tienes por filmar sus historias”.

Más allá del tono etnográfico, Canícula le apuesta a las historias de vida, “creo que existen especialistas como Fernando Benítez que ha dado cuenta del riqueza de las comunidades indígenas del país a través de trabajos etnográficos, pero es tiempo de darle paso a lo humano”.

El resultado de Canícula es una película contundente y vertiginosa, con diálogos mínimos que muestran la cotidianidad totonaca por medio de sus sonidos y la grandeza de su gente.

Para más información del Riviera Maya Film Festival, consultar la página www.rmff.mx.

Fuente: (CONACULTA)

 

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