Campos explicó, grosso modo, los criterios empleados en la selección de autores y textos, y realizó un análisis panorámico del siglo XIX mexicano, sin dejar de mencionar la pérdida de la mitad del territorio nacional a causa de la invasión estadounidense y el papel decisivo de la Iglesia en el mismo periodo. Su “Introducción” y “Notas” en el libro son precisas y esclarecedoras.
“El presente volumen constituye una aportación de primer orden al conocimiento de la capital mexicana a lo largo del siglo XIX. Con visión sensible de poeta y acuciosidad de investigador y traductor –en múltiples sentidos– de nuestra cultura y nuestra existencia política, Marco Antonio Campos fija momentos determinantes en la evolución de la urbe y contribuye a llevar a cabo una lectura a través del tiempo de una ciudad que vivía entre el el pronunciamiento y el mesianismo, entre casacas y sotanas, entre poetas y musas, entre la traición y el heroísmo. […] No hay hecho intrascendente: con finura y penetración, aquí se incluyen testimonios de poetas, narradores, historiadores, visitantes ocasionales, arqueólogos, todo lo cual contribuye a hacer un mosaico inagotable y una reunión de perspectivas diversas. Elemento fundamental para el éxito de la empresa lo constituye el buen juicio, la autoridad académica y la excelente pluma del antologador”, se señala en la contraportada.
Para todos los interesados en la historia nacional, y aún más para los apasionados de la Ciudad de México, como el propio Campos, poeta, narrador, ensayista e investigador en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, “Fue en aquella Ciudad de México. Episodios y crónicas del siglo XIX” es un texto imprescindible.
El libro está dividido en periodos, 1803-1849 y 1850-1900. En el primero hay textos de Alejandro von Humboldt, Luis González Obregón, José Joaquín Fernández de Lizardi, Luis Martínez de Castro, Manuel Payno, Antonio García Cubas; en el segundo, de Francisco Zarco, José María Vigil, Manuel Rivera Cambas, Paula Kolonitz, Juan de Dios Peza, Ciro B. Cabellos, José Luis Blasio… En ambos apartados hay más autores incluidos. Un banquete extraordinario de lectura y, por qué no, de ilustración.
El libro forma parte de la colección Ida y regreso al siglo XIX, que es dirigida por Vicente Quirarte, y del Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades de la Máxima Casa de Estudios del país. Como dato curioso e ilustrativo, en la portada tiene un detalle de la pintura de José María Velasco, “Valle de México desde el cerro del Tepeyac”, de 1894.
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Foto: Durante la presentación de un libro necesario y de colección.
Azteca 21/Gregorio Martínez M.
