Triunfo grande y cornada para “El Zapata” y una oreja para Diego Ventura en La México

Al término del paseíllo y bajo la lluvia se le rindió un homenaje al doctor Rafael Vázquez por su trayectoria a la cabeza de los servicios médicos de la Monumental de Insurgentes.

Diego Ventura (traje campero andaluz verde olivo y azabache) con Picasso, número 10, cárdeno obscuro listón salpicado bragádo meáno y cornidelantero con 506 kilos, dos rejones de castigos montando a Buena Vibra, con Nazarí, dos banderillas toreando al estribo y adornandose con una vuelta de 360 grados; con Galán, una banderilla siendo cogido sin consecuencias que lamentar; con Califa, tres banderillas cortas al relance, el último al violín adornándose con la suerte del teléfono que inmortalizara Carlos Arruza; un par de banderillas a dos manos y un rejón de muerte que al no hacer efecto tuvo que poner pies a tierra para terminar de dos descabellos y saludar en el tercio y aplausos en el arrastre al espléndido toro de La Estancia de Don Alejandro Martínez Vértiz Riquelme.

Con Dalí, número 47, cárdeno obscuro bragádo meáno y cornivuelto con 480 kilos montando a Buena Vibra dejó dos rejones de castigo, con Pegaso, dos banderillas, con Milagro, una banderilla mostrando la doma a la alta escuela que tiene ésta preciosa yegua; con Remate, dos banderillas citando al balancín; conCalifa, tres banderillas cortas al relance y nuevamente la suerte del teléfono; dos banderillas cortas al violín dejándole el cordobés en el testuz al astado; pinchazo y rejón para cortar una oreja que le otorgó el juez de plaza Don Jorge Ramos Sandoval y le entregó el alguacilíllo Armando Ortega.

El tlaxcalteca Uriel Moreno “El Zapata” (plomo y albo) con Anestesista, número 112, negro entrepelado listón bragádo y cornivuelto con 495 kilos, dos tafalleras en tablas bajo la lluvia y cadenciosas verónicas verónicas rematadas con una media y un recorte; llevó hacia el caballo con chicuelinas andantes y un quite de Fermín Rivera por chicuelinas en los medios; picado en la cresta le replicó Uriel con la valentina. Banderilló lucidamente dejando tres pares al relance, el monumental, al violín y al cuarteo que pusieron de pie al público obligándolo a dar la vuelta al ruedo. Le brindó al empapado cónclave capitalino, para iniciar su trasteo con el imposible en la boca de riego y ahí mismo, dos series de derechazos a media altura y con la siniestra, naturales y molinetes; con la toledana una certera estocada para cortar una oreja que le entregó el doctor Saúl Rivera Morales.

El quinto fué Guantero, número 75, cárdeno obscuro listón bragádo y cornivuelto tocado del derecho con 478 kilos, al cual recibió con tres escalofriantes faroles de hinojos en tablas y de pie, verónicas cargando la suerte y rematadas con una media para cartel; llevó hacia el caballo por mandíles y quitó con dos faroles, una saltillera y remató con una brionesa. Nuevamente banderilló dejando dos pares al quiebro en los medios y un tercero al violin, escuchando una diana desde las alturas. Le brindó su faena a su suegro empezando el trasteo con una arrucina, muletazos por alto en el tercio y un trincherazo que hízo rodar por la arena al toro de Marco Garfias; ya acomodado con la pañosa en la diestra, derechazos y al intentar dar una dosantina el toro lo cogió feamente dándole una cornada de 25 centimetros en la parte posterior del muslo izquierdo, visiblemente dolido, valientes estatuarios y una estocada hasta los gavilanes al grito de “torero, torero” desde el tendido para cortar dos orejas e irse por su pie a la enfermería.

El potosíno Fermín Rivera (tabaco y oro) con Tunero, número 35, negro listón y cornivuelto con 481 kilos, no se acomodó al veroniquearlo y quitó en el mismo tenor. Le brindó a todos dejando la montera con los machos hacia el cielo, instrumentando unos buenos muletazos de tanteo del tercio a los medios y ahí, una faena con la diestra, con vitolinas, trincherazos y cambios de mano con poco eco en el tendido, manoletinas y estocada para saludar en el tercio.

Se despidió el excelente subalterno Alberto Preciado Meléndez de 62 años de edad y 39 de banderillero bajo las nostálgicas notas de “Las Golondrinas”, cortándole la coleta su hermano Leopoldo.

El sexto fue Palmerito, número 5, cárdeno obscuro bragádo meáno y cornivuelto con 475 kilos, discretos lances con el percal de recibo y ajustado quite por chicuelinas rematadas con una luminosa revolera. Le brindó a su apoderado Alberto Preciado Meléndez para iniciar su trasteo con muletazos por alto y dos series de derechazos en el tercio; se cambió la muleta a la siniestra para torearlo al natural en la querencia y nuevamente con la diestra, muletazos a media altura; con el acero, pinchazo y estocada para escuchar silencio.

Regaló a Don Ja, número 119, cárdeno obscuro bragádo máno y acucharado con 503 kilos el cual brincó al callejón al tercer intento y de regreso al albero, sabrosas chicuelinas, quitó por tafalleras y al ejecutar la segunda recibió una paliza de órdago, sin verse la ropa ejecutó tres saltilleras. Le brindó a todos para dar muletazos con la diestra a regañadientes a un toro sin transmisión en el tendido; fatal con el acero, estocada trasera y tendida con seis descabellos y un aviso entreverado que le envió Don Jorge Ramos para escuchar los últimos aplausos de la noche.

La empresa anuncia para el próximo domingo 4 de marzo un encierro de San Judas Tadeo para las matadoras de toros Maripaz Vega, Hilda Tenorio y Lupita López.

La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento

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Foto: Cortesía Edmundo Toca

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