El Camino de la Fe

Decidí entonces, tomar un camino seguro que me recomendó un amigo. Mi amigo no iba a mentirme o desearme algún mal. Pasé tanto tiempo recorriéndolo, que llegué a ningún lado, hasta olvide mi destino por algún tiempo, entonces decidí regresar.
Tomé otro camino que me aconsejo mi hermano. Parecía más confiable hasta placentero, pero en realidad era su camino. El encontraba un manjar en cada estación, y yo no encontré ni  paz, ni convicción, nada encontré. No quise continuar.
Me detuve  por un momento en el reino y decidí preguntarle al Rey, ¿qué camino tomar? Guardé silencio y escuché.
-El camino de la fe -dijo suave pero firmemente a mi corazón. “Cuando lo encuentras, no parece confiable, pero el te llevará. En cuanto entras, el camino se abre, se aclara, es transparente, cada paso define tu destino y desaparecen los obstáculos, es confiable.
“-Sigue caminando mientras te pulo en cada aliento.” -Agregó.

Decidí tomarlo, al principio es estrecho, parece muy dificil, solitario y hasta vacío.  Cuando veas la señal del camino no temas, tómalo.

!Esfuérzate y sigue siendo valiente en el camino de la Fe!  En realidad es donde habita el amor.           

Este fue un consejo del Rey.

elmensajedelrey@hotmail.com

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