¡Vas a ser abuelo!

Ser abuelo es una conquista maravillosa; has traspasado las barrera del tiempo, del ego, del ánimo y desánimo, valorando a cada momento la nueva sonrisa que dará más esperanza, más calidez y más alegría a tu vida.

Verás a tu hijo ser padre; él lo será viéndose en ti, entendiéndote, comprendiendo todo. Ahora sabrá el porqué del por qué, comprenderá tu andar y sabrá por dónde caminar.

Y tú, verás a tu abuelo, sabrás el por qué de sus abrazos, recordarás lo profundo de su sonrisa, de sus consejos y entenderás su sabiduría al andar.

Ser abuelo transforma tu experiencia, de hecho engrandece tu corazón. Espera a conocerlo, abrazarlo y defenderlo de la “educación sin sentido” de la orden dada o del resultado de la casita de cobijas derrumbada. Serás el “resolvedor” de las cosas, de los asuntos importantes y el cómplice en toda ocasión.

Podrás llevarlo a la escuela, a su casa y al partido de beisbol. Quizás le encante tu deporte favorito y compartas algo más. Lo que sí, es que será una estrella que guiará tu nuevo andar. La ternura que añadirá a tu vida no tiene igual. Y cuando crezca, cuidará tus pasos con dulzura, te llevará del brazo o a descansar; escuchará alegre y pacientemente tus mas heroicas y valientes historias; estará siempre orgulloso de ti.

Ahora que se abre esta nueva experiencia en tu camino, observa discretamente, a buena distancia, participa sólo cuando tu acto implique llevar más alegría y recuerda detenerte para no “echar a perder” el esfuerzo de su mamá o “estorbar el consejo” de su papá; finalmente se repite la dulce historia.

Sueña en él, disfruta de cada una de sus ocurrencias, e impúlsalo también; obsérvalo madurar, solo llegará más lejos. Así seguirá trascendiendo tú nombre, tú apellido y tú honor. Felicidades, los nietos son el mejor segundo abrazo del amor.

Esto te hace saber el Rey.
elmensajedelrey@hotmail.com

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