Apoteosis de “El Juli” que cuaja dos faenones llenos de entrega, sitio y valor para cortar cuatro orejas y salir en hombros de la Plaza México

En este largo festejo qur duró cuatro horas, se lidiaron nueve toros, uno regresado por lesión, de la ganadería de Xajay, todos de impecable presencia, pero de un juego bastante irregular, soso y que dejó mucho que desear.

Abrió el “Juli” con “500 años”, de 515 kilos, con el que se jugó la vida de principio a fin en lo que fue un verdadero arrimón valiente, entregado y por momentos templado, ante un rival de escaso juego, pero al que exprimió por completo.

Fue tal la cercanía de la cara del toro con el cuerpo de Julián López que en uno de los valientes intentos del madrileño, éste fue prendido y levantado del suelo, por fortuna sin consecuencias graves, más que la casaquilla destrozada y raspones en el cuerpo.

El “Juli” se levantó de la arena entregado y repitió la dósis al soso y peligroso toro, hasta cuajar una faena de riñones y valor que agradó y puso de pie a los casi 40 mil aficionados reunidos en este festejo de celebración.

Julián López remató su valiente y entregada labor, con una estocada profunda que le valió para cortar las dos primeras orejas, ante los gritos de “torero, torero”.

Con su segundo toro, “Arte”, el “Juli” repitió el arrimón anterior desde la capa hasta la muleta, ante otro manso que fue peligroso y al que se volvió a pasar a centímetros de su cuerpo, el cual usó como señuelo para obligar al burel a pasar.

Siempre por encima del toro, el “Juli” mostró su poderosa muleta al obligar al manso a pasar en repetidas veces, ante los “olés” del entregado público. Otro gran espadazo fulminó al rival y las dos orejas fueron el justo premio para el madrileño.

Manzanares lidió a “Fiesta brava”, de 490 kilos, con el que estuvo valiente y muy entregado, en una faena de mérito y voluntad, con pases bien rematados y templados. Despachó con un estoconazo y un descabello, y tras petición, se llevó una oreja.

Con “Pasión” de 520 kilos, luego que “Libertad” de 490 kilos se inutilizó, Manzanares ya poco pudo hacer, debido a la escasa calidad del toro, sin embargo, mostró carácter y temple en aras de agradar. Despachó con dos pinchazos y se fue con palmas.

Mauricio enfrentó a “Tradición” de 520 kilos, con el que logró una faena ceñida, variada, valiente y entregada, en la que dominó a su débil rival, hasta someterlo a su muleta. Tras un traste meritorio, despachó con estocada para cortar una merecida oreja.

Con “Expresión” de 515 kilos, Mauricio poco pudo hacer, luego que el toro resultó de menos juego y movilidad, de ahí que batalló en serio por agradar. Mató con un pinchazo y estocada y se fue con palmas.

Silveti enfrentó a “Cultura”, de 490 kilos, con el que se pegó un arrimón similar al de sus alternantes, lleno de valor y entrega y el cual le ocasionó recibir una voletereta sin gravedad. Luego de batallar, mató con apuros, con dos avisos y salió al tercio.

El último fue “Olé”, de 515 kilos, con el que Silveti volvió a tener problemas, luego que el astado resultó igual que sus hermanos, carente de juego y emotividad, a pesar de la entrega del torero guanajuatense. Mató pronto y se fue con palmas.

Fuente: (Notimex)

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