Vulnerabilidad en la red

La maravilla del Internet y su capacidad de interconexión para facilitar la vida del ser humano tiene en contracara un velo de vulnerabilidad que todos los días pone en jaque a personas, empresas e instituciones.
Incluso el famoso spam figura en las empresas privadas como un factor que resta tiempo y atención a los respectivos empleados que todos los días deben eliminarlo.
El otro día escuché a una señora quejarse de su correo, ella argumentaba que había habilitado su cuenta para estar en contacto con sus hijos, algunos parientes y amigos: “No llegan ni a diez personas, pero cuando abro mi correo tengo que perder tiempo borrando el doble de correos basura”.
Empero, ella no es la única enfadada tanto por el correo basura como malicioso, de hecho, la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) afirma que México ocupa el noveno sitio en la distribución de este tipo de contenidos.
Al parecer la única forma de combatirlos es elevando las alertas antispam, no caer en la trampa de enviar datos personales, ni bancarios, aunque la supuesta página que lo solicite tenga todo el tipo de ser casualmente la de la institución bancaria; tampoco responder correos de destinatarios desconocidos, no descargar attachment dudoso, evitar ante todo una mayor intromisión en la intimidad.
Primordialmente porque la delincuencia está detrás del  spam y gusanos cibernéticos; mail de bancos pidiendo actualización de datos con páginas phishing para hacer fraudes financieros; envío de falsos contactos con  todo tipo de alertas, premios online, cartas de herencia y notificaciones de correos desconocidos.
A COLACIÓN
Me pregunto si alguna vez ganaremos la batalla contra el ciberfraude y  como usuarios estaremos ciento por ciento seguros para realizar, sin temor alguno, compras de todo tipo por la red más universal.
A mi juicio, el ciber comercio detonaría más si redujera el grado de exposición al riesgo en las operaciones de compra, porque tenemos una especie de “ruleta rusa” hay usuarios adheridos totalmente a comprar por Internet desde libros, camisas, dvd, cd, colecciones, boletos de avión en oferta o gangas en hoteles; y nunca les ha pasado nada malo con la utilización de su tarjeta de crédito.
Lo negativo es que hay otro grupo de personas afectadas y muchas más que evitan todo tipo de operaciones. Precisamente, la  AMIPCI reconoce que el comercio electrónico tan solo representa 15% del comercio total en México, muy bajo si, por ejemplo, comparamos con el 40% de Estados Unidos.
Desde luego no ayuda saber que México ocupa el segundo lugar en fraudes por Internet en América Latina,  la desconfianza aumenta y tan es así que ante una operación el primer pensamiento va dedicado a que no pase nada malo con la información de la tarjeta de crédito.
En otros países, como España, algunas  empresas contactadas por Internet aceptan el pago contrareembolso cuando la adquisición es un bien a domicilio. La gente no se fía del todo.
Otras operaciones más cuestionables están relacionadas con las reservas de hoteles, algunas web únicamente solicitan datos bancarios de respaldo advirtiendo que no realizarán cargo alguno salvo que el cliente no cancele 24 horas antes o falte el día del  ingreso al hotel.
No obstante, otras páginas de hoteles, únicamente confirman la reserva si al momento proporcionan todos los datos bancarios para, en el momento, realizar el cargo de toda la estancia.
En resumen, Internet tiene muchas más ventajas que desventajas, aunque ese mundo invisible sin barreras o aparente control     resulta riesgoso para la seguridad de personas, empresas e instituciones sobre todo cuando la información cae en malas manos.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com

Leave a Reply