Isaac Hernández, “Orgullo de México”

Isaac Hernández, “Orgullo de México”

Colaboración de Ramón Carrillo para Azteca 21 (edición: Gregorio Martínez Moctezuma)

Isaac, ¿qué recuerdas de tus primeras clases de ballet a los ocho años en el patio de tu casa con tu papá, el maestro Héctor Hernández?

Recuerdo que al principio me sentía extraño haciendo la clase, pues mi papá nos daba clases a 10 de mis hermanos, yo era de los más chiquitos, entonces siempre me tocaba mero atrás de la barra, pero conforme pasaban más y más clases, me “enamoré” del ballet, me daba mucho gusto ver cómo el trabajo se reflejaba en mi cuerpo, podía hacer más cosas, saltar más alto, girar más, todo al máximo. Mi padre fue quien me dio las bases técnicas del ballet, siempre le agradeceré esa paciencia y su entrenamiento, requieres mucha disciplina y amar lo que haces.

¿A los 13 años qué beca te llevó al extranjero?

Participé en el Youth America Grand Prix, la competencia de ballet más grande del mundo, gané dos veces consecutivas la medalla de oro y el Grand Prix, siendo el primer mexicano en tener este logro, a raíz de esa competencia y muchas más me ofrecen becas para las mejores escuelas de ballet en el mundo: Royal Ballet de Londres, Ópera de París, American Ballet Theater, Danish Opera Ballet, Stuttgart Ballet, Ópera de Viena, entre muchas otras. Decidí quedarme los veranos en el American Ballet y el resto del año en la Rock School for Dance Education en Filadelfia. Haber participado en esa competencia fue para mí la puerta de muchas oportunidades más, de crecimiento. Guardo recuerdos muy especiales de Nueva York, pues fue la ciudad que me vio desarrollarme, que me dio la bienvenida a otros escenarios y otras enseñanzas, fue una vitrina internacional para mí y un gran impulsor de estándares para mi carrera.

Tus padres, también bailarines, ¿cómo influyeron en tu importante carrera?

Bueno, fueron ellos quienes me dieron la oportunidad de desarrollarme en la danza y en el ballet, quienes me enseñaron lo hermosa que es la danza, me enseñaron también que el arte abre fronteras, rompe barreras y hace florecer culturas, promueve el buen uso de nuestro tiempo y trae momentos de alegría a la vida, transmite emociones, sentimientos. Mis padres me han dado las enseñanzas más grandes de mi vida.

Grandes maestros han sido tus instructores, como Caroline Llorca de Munich School, Darius Blajer de la Compañía Nacional de Danza en México, Galina Enikeeva de San Petersburgo, Rusia, ¿quién ha sido el más importante para ti?

Bueno, me considero afortunado porque desde muy temprana edad tuve oportunidad de tomar clases con grandes maestros en distintos países, la lista es larga, pero dentro de los más importantes para mí están, por supuesto, mi padre, maestro Héctor Hernández, Bo y Stephanie Spassoff, Rolando Sarabia, María Elena Ruiz, etcétera.

A temprana edad revistas importantes te muestran como un prodigio de la danza, ¿cuál es tu sueño a tus 21 años?

Mi sueño es seguir haciendo historia por mi país, ser una gran inspiración para la juventud en México, que los jóvenes sepan que si tienen la pasión y el gran deseo pueden alcanzar sus metas. Quiero ser un vínculo para el desarrollo de  la danza en México y también quiero seguir desarrollando mi carrera profesional en el extranjero y a la vez promover a México, mi país.

¿Qué significan para ti los reconocimientos nacionales e internacionales, como el de que tu imagen apareciera en las mallas de ballet de Grisko , uno de los más importantes fabricantes mundiales de artículos para danza?

¡Un gran gusto! Un grato reconocimiento a mi trayectoria desde niño en la danza clásica internacional y también un medio de inspiración para que más niños se “animen” a entrar a la danza. Un orgullo.

¿Qué es para ti el público?

Es la energía del artista, cuando uno está en el escenario, el público es nuestra energía, los aplausos son el oxígeno para el bailarín. Son el elemento más importante para nosotros como artistas, para ellos bailamos.

Isaac, ¿cómo fue tu participación en la gira “Los gigantes de la danza”?

Fue muy especial. Tenía 14 años y fui invitado a compartir escenario con grandes estrellas del ballet mundial, como Carlos Acosta, José Manuel Carreño, Herman Cornejo, Angel Corella, Julie Kent, Simona Noja, Ramon Thielen, Guiseppe Picone, entre muchos otros. Bailé “El Quijote”, fue increíble, un orgullo el poder, a tan corta edad, compartir el escenario con esas grandes estrellas del ballet mundial.

CONACULTA te nombró “Orgullo de México”, ¿en qué consistió este proyecto?

Sí, fue un proyecto a través del cual se promovían figuras destacadas de distintos ámbitos, deportes, arte, música, etcétera. Un orgullo poder representar a mi país de esta manera.

¿Cuándo ingresas a la Escuela Nacional del Ballet de Cuba? Cuéntanos del récord que lograste en un concurso ahí.

Estuve participando en el Encuentro de Escuelas de Ballet, que es como un curso intensivo de ballet y luego viene el concurso. Ahí gané medalla de oro. Fui el primer mexicano y extranjero en ganarla, competí contra muchos jóvenes muy talentosos. La nota apareció en el periódico “Granma” como un momento histórico. Uno de los países en donde se ama el ballet, es increíble bailar en el Teatro García Lorca, la energía del público es muy fuerte.

Tus becas en París, ¿cómo las conquistaste?

La beca para la Ópera de París me fue otorgada después de haber ganado la medalla de oro en el Festival de Danza en Praga.

¿Qué le falta a la danza mexicana?

Creo que ha ido desarrollándose, pero aún considero que hace falta perseguir el perfeccionamiento de la danza y proyectos afines.

¿Qué significa para ti tu Premio Nacional de la Juventud?

Es para mí un orgullo. Me fue entregado por el ex presidente de México Vicente Fox, es un reconocimiento al mérito que quiero que sea una inspiración para más jóvenes en México.

¿Cómo logras que ocho de las mejores escuelas de ballet del mundo te ofrezcan beca como Australian Ballet, Ópera de París, Stuttgart Ballet, Boston Ballet, San Francisco Ballet, Eglavsky Ballet, National Ballet de Canadá, Royal Ballet de Londres…?

No es fácil que las mejores escuelas de ballet te ofrezcan becas y menos siendo extranjero, sin embargo, creo que una de las cosas que me ha servido para abrirme puertas ha sido el constante trabajo, la disciplina, el no perder la concentración de qué es lo que quieres alcanzar y hacia dónde quieres llevar tu vida y tu carrera. Yo he querido trabajar y esforzarme para dejar un legado de enseñanza a los jóvenes en mi país, para que, a través de mi experiencia, pueda hacer crecer en México el amor por el arte, la danza y también mostrar a los jóvenes que en cualquier campo que se desarrollen pueden lograrlo. El constante entrenamiento de ballet me llevó a tener un nivel técnico mucho más avanzado que los niños de mi edad y las mejores escuelas de ballet se interesaron en mí.

Desde 2008 formas parte del San Francisco Ballet, ¿qué has encontrado en esta experiencia?

Estar en el San Francisco Ballet me ha servido muchísimo, me ha ayudado a irme consolidando como artista, como bailarín, pues he tenido la oportunidad de presentarme en la Gala del Opening Nigth de la temporada como bailarín principal. San Francisco Ballet ha aportado a mi carrera profesional y a mi vida muchas experiencias que me han ayudado a madurar en muchos sentidos. Aparte de eso, la ciudad me gusta mucho, así que ha sido una buena experiencia.

¿Cómo fue tu viaje a China?

Una experiencia inolvidable. La gira fue muy exitosa, aparte conocer otra cultura y un país tan complejo y lleno de contrastes como lo es China, toda una experiencia.

¿Qué momento nunca olvidarás de tu carrera?

Creo que hay cuatro cosas que hasta hoy no olvidaré: el hecho de que fue mi padre el que me dio las bases para mi carrera y quien me inculcó el amor por la danza; la  medalla de oro que gané en Jackson, Mississippi (competencia considerada como las olimpiadas del ballet) por primera vez en la historia de la danza en México; ganar la medalla de oro en La Habana, Cuba, cuna de grandes figuras del ballet, y mi regreso oficial a México el pasado 15 de noviembre en Bellas Artes, en el cual con el apoyo de CONACULTA, a cargo de Consuelo Sáizar, y Grupo Ferraez, se llevó a cabo la gala “Un momento para soñar”, la cual estuvo a mi cargo, el contenido artístico de la misma y pude finalmente presentarme en el país en compañía de mi hermano Esteban Hernández en el recinto cultural más importante de México. Fue una noche inolvidable, excepcional, que nunca olvidaré.

¿Cuáles son tus proyectos actuales?

Tengo en la mesa planificar y desarrollar algunos proyectos con gran contenido artístico y se tiene programada una gira de conferencias para jóvenes que se darán en distintos estados de la República.

Muchas gracias, Isaac Hernández.

Leave a Reply