Según explica, uno de los principios de este montaje es reconocer la teatralidad como una herramienta lúdica de ubicación en el universo, sobrepasando nuestra condición social, económica, de género, étnica o religiosa.
“Entender el quehacer teatral de esta manera es acercarse al linaje que heredó Grotowski y que ahora compartimos con este montaje”, explicó.
El taller de teatro participativo, fundado en 1975, se ha caracterizado por descubrir de manera lúdica una forma de reconectar con el ritmo del universo, mediante un proceso de educación interior y exterior muy trabajado desde la antigüedad.
En esta ocasión se trata de realizar un Hamlet participativo, aseguró Núñez. Al tratarse de una tragedia shakesperiana, comentó que “todo ser humano vive una tragedia, de mayor o menor grado; pero el estar vivo en este momento en el mundo es una situación trágica”.
Es por eso que considera que en el fondo “todos somos Hamlet, porque todos vivimos la misma angustia de ser o no ser; cualquier ser humano tiene ese contenido esencial. El dedicarme a esto o a lo otro, vale la pena o no, qué sentido tiene la vida”.
Sobre el perdón
La puesta en escena se plante reflexionar sobre esta situación, porque nos cuestionamos de una manera real para qué y qué sentido tiene la vida. La respuesta se puede encontrar en Hamlet, particularmente en el momento del perdón, ya que hacia al final de la tragedia, cuando están muriendo los personajes, se piden perdón.
“Este pasaje se toma muy sutil, pero para nosotros es muy importante. Antes de morir tenemos que averiguar a quien tenemos que perdonar para morir en paz y a quien le tenemos que pedir perdón. En esta puesta en escena se relaciona a Hamlet con su anarquismo vital y con el espíritu de los piratas”, añadió.
En el montaje se introduce al público de manera historiográfica en la tragedia de Hamlet y se le invita a seguir un proceso interno, es decir, no se relata la historia de una manera formal, sino que se basa en los siete soliloquios de Hamlet y se hace contacto con los visitantes en distintas partes del bosque, hasta llegar al buque del pirata en donde se desarrolla una de las partes más esenciales de este proceso.
“Es un tipo de peregrinaje externo-interno que la gente va a reflexionar en el camino, ya que se les da el rol de ser Hamlet, tanto los actores como el público se identifican al ser el mismo personaje y lo que le sucede al actor también repercute en el público”, precisó.
La respuesta de los que asisten es excelente, lo que refrenda los cuarenta años con este tipo de teatro participativo. Entre los montajes que ha realizado a lo largo de casi 40 años, está Piedra de sol de Octavio Paz, que Núñez montó en 1977 y el mismo Paz presenció y aprobó.
Penélope, de Leonora Carrington, entre otros, forma parte de la larga historia de teatros participativos, que no sólo han realizado en Casa del Lago sino a nivel internacional.
En Conspiración Hamlet participan Xosé Aguirre, Ana Luisa Solis, Ana Luisa Solis, Javier Hernández, Karoliina Sandstrom, Estefany López, Nadia Cuevas, Arcelia Tinoco, Helena Guardia, Rubén Mar y Nicolás Núñez.
Esta versión libre de la obra Hamlet, de William Shakespeare, a cargo de Nicolás Núñez, se presentará en Casa del Lago Juan José Arreola a partir del 12 de enero; los jueves, viernes y sábados a las 19:00 horas. Antiguo Bosque de Chapultepec 1ª sección. Entrada general 100 pesos.
www.casadellago.unam.mx
Fuente: (cultura.unam.mx/Humberto Granados)
Foto archivo: Núñez en la obra “Esclavo por su patria”
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