recuerdo, si lo hay. No te marques por tu ayer.
Cruzar la línea que divide la frontera, debiera significar estar dispuesto a empezar de nuevo, “de otra manera” Empezar. Querer hacerlo como antes, insistir y persistir te llevará a una carrera sin fin. No intentes realizar tu trabajo como antes de atravesarlo.
No hagas tu trabajo como lo hacías allá. Eleva el sentido de ti. Si pudieras sacar una montaña de piedra fuera de la atmosfera de la tierra, notarías que perdió su peso, ¡no existe el peso! Quítale el peso a las cosas, quítale la carga que te detiene, te duele o te molesta; dámela, manteniendo tu mirada en Mi.
Ahora que estás de este lado del Jordán te invito a conquistar la tierra, a quererla, a respetarla, a encontrarte con ella, a preguntarle sus costumbres, a conocerlas. Para que sepas por qué se irán tus hijos de casa o querrán irse de ella más pronto de lo esperado. Pregúntale ¿qué sucede con las doncellas? ¿Qué con las madres jóvenes? ¿Qué con el nido? ¿Qué cuando ha quedado satisfecha la labor de los padres que encaminan y seguirán acompañando a cada uno en su nuevo horizonte.
Adáptate, estudia, crece, conoce, y pregunta. Aquí serás diferente, crecerás, serás más derecho, más correcto, más liviano. Serás la tía que no tiene a su sobrino y la abuela de otros nietos. Tendrás la hermana que no tuviste y aprenderás del tío Samuel. Juega este juego, ¡todo es nuevo y diferente!
Cuando estás aquí piensas en allá, cuando estas allá, piensas aquí.
Te diré que esta tierra abre los brazos a quien quiere ser acogido, aprieta la mano de quien desea ser el mejor amigo y te acerca a su corazón en un gran abrazo para no soltarte. Lo sabrás cuando seas tú, quien no quiera soltarse o apartarse.
Un día te darás cuenta que ya no eres de allá, aunque tu tierra no dejará de llamarte. Sabrás que el destino te trajo para cumplirse aunque tu suelo jamás dejara de latir, por ti.
¡Viaja ligero!
Esto te hace saber el Rey.
elmensajedelrey@hotmail.com