alianzas entre partidos y las precampañas para seleccionar candidatos a la presidencia corren de diciembre a febrero, si solo una persona es la que espera ser registrada como candidato de algún partido o coalición, entonces no podrá llevar a cabo ningún tipo de proselitismo electoral hasta el mes de abril que es cuando arranca formalmente la contienda para elegir presidente de la república, la cual culmina noventa días después con los comicios el primer domingo de julio.
Como la ley pretende que los candidatos y sus partidos se queden en la congeladora durante cuatro meses so pena de incurrir en algún tipo de delito electoral que podría costarles el registro, pues los interesados tienen que inventar una serie de artilugios para darle la vuelta a la norma cayendo, como es costumbre en nuestro país, en el terreno de la simulación más descarada. Así resulta que los pretensos escriben libros que promocionan a diestra y siniestra en medios, conferencias, ferias y presentaciones públicas, o se dedican a “acompañar” a compañeros de partido que están en precampaña para ser senadores o diputados. Todos, ciudadanos y autoridades sabemos que están haciendo campaña, pero todos también nos hacemos mensos.
Por eso esta semana hicimos una encuesta para ver cómo han variado las opiniones sobre los precandidatos a la presidencia que supuestamente no han hecho nada para influir en las opiniones (¡ja!). Resulta que al puntero en todas las encuestas, Peña Nieto, tras la renuncia del presidente de su partido por cuestionamientos sobre su gestión como gobernador de Coahuila y después del traspiés que sufrió el candidato durante la presentación de su libro en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la tercera parte de los entrevistados dicen que su opinión sobre Peña no ha variado, 26% dicen que ha mejorado y 29% que su opinión ahora es peor, quedando con un balance negativo de -3%.
Sobre López Obrador, el virtual candidato de las izquierdas que ha sorprendido a propios y extraños con el cambio de tono de su discurso que se ha vuelto hacia el sesentero “peace and love”, 23% dice que desde que se destapó su candidatura tienen una mejor opinión de él contra 32% que dicen lo contrario, quedando con un balance de -9%.
En Acción Nacional todavía no deciden quién será su candidato a la presidencia y hay tres aspirantes compitiendo: Ernesto Cordero que combinando los porcentajes de los que dicen han mejorado la opinión que tienen sobre él con el de los que dicen que ahora opinan peor termina con un balance negativo de -18%. En el caso del senador Creel el balance también es negativo -14%, y la única que consigue tener un balance positivo es Josefina Vázquez Mota con 35% que afirma haber mejorado su opinión respecto a ella contra 18% que asegura ahora tiene una peor opinión, dejando un balance de +17%.
A los que les va bien es a los dos que se descartaron para que Peña y López Obrador fueran candidatos únicos a la presidencia, el senador Beltrones en el primer caso y Marcelo Ebrard en el segundo. En ambos casos son más los que mejoraron su opinión sobre ellos que los que dicen hoy su opinión ha empeorado, no muchos más, pero por lo menos no terminaron con balances negativos como los dos a los que les cedieron el espacio.
