Centro Nacional de las Artes (Cenart), el concierto, a cargo de los dos “doctores del sonido”, Camilo Lara y Oliver Castro, animó a bailar a chicos y grandes desde las 18:30 horas, cuando los integrantes se apoderaron del lugar con dos interpretaciones con ritmo latino: Cumbia y La Kebradita.
A continuación, los integrantes, quienes agradecieron a las instituciones culturales por la oportunidad de participar en una de las ferias del libro infantil más importantes de América Latina, interpretaron la pieza titulada Alocatel, que provocó que muchos asistentes ejecutaran animados pasos de brinquito.
El IMS surgió en 2005 como una propuesta independiente en el panorama de la música electrónica nacional, sus atuendos oficiales son batas de doctor que exhiben un logo similar al del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Camilo Lara y Oliver Castro interpretaron también las piezas Hey Tía!, Hiedra venenosa y Para no vivir desesperado, que fueron celebradas con gran entusiasmo por los numerosos jóvenes que han seguido su trayectoria en diversos foros capitalinos.
La presentación continuó con un par de éxitos de Piñata, su disco grabado en 2007, Escríbeme pronto y El micrófono, para seguir con Mirando a las muchachas, del disco Méjico Máxico, esta última una de las piezas más celebradas durante la tarde.
Con un crescendo de variaciones acústicas y electrónicas, la presentación llegó a su etapa final con las canciones Hip Hop no pares y La la la, que acentuaron aún más el ánimo festivo de la tarde-noche, iluminada por los reflectores del escenario.
Finalmente, el grupo cerró el concierto con Mi negra a bailal, un digno broche de oro para clausurar la 31 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, y que fue celebrada por cientos de palmas de los asistentes, congregados en cualquier lugar disponible de las áreas verdes del Cenart.
Fuente: (CONACULTA)
