Entusiasta homenaje a José Emilio Pacheco en la celebración del “Día Nacional del Libro”

homenajeado este año a propósito de esta fecha que celebra al libro cada 12 de noviembre.

En la carpa Salas de Lectura de la FILIJ, Jesús Heredia, coordinador nacional del programa Salas de Lectura impulsado por el Conaculta, recordó que este festejo fue “instituido mediante decreto presidencial para conmemorar el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz. Tiene como objetivo dar mayor divulgación al libro a nivel nacional, promover el hábito de la lectura y mejorar el nivel de educación”.

La feria es organizada por la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, y se realiza en las instalaciones del Centro Nacional de las Artes. Con motivo del festejo, libreros y editores de México obsequiaron una edición especial de Los días que no se nombran, Selección poemas 1985-2009 de José Emilio Pacheco, que reúne poemas incluidos en los libros: El silencio de la luna, la arena errante, Siglo pasado. (Desenlace), La edad de las tinieblas y Cómo la lluvia.

Durante una larga jornada en la que además del actor Alberto Estrella (quien participa en el programa Leo, luego existo de la Coordinación de Literatura del INBA), el poeta y ensayista Armando González Torres y el escritor Jorge F. Hernández, se sumaron a la lectura de poesías y de cuentos de José Emilio Pacheco, así como más de 20 jóvenes provenientes de Salas de Lectura de todo el país.

Alberto Estrella comentó a los oyentes que “siempre es muy emocionante estar cerca de los libros, en un espacio en donde se da cabida a la lectura, porque demás está decir lo que ocurre cuando leemos. Desafortunadamente en México desde la escuela nos enseñan que se lee únicamente para estudiar, para pasar un examen, o para poder aprender, y no nos dan la otra parte que para mí ha sido fundamental en mi vida y que es la parte lúdica de la lectura.

Por eso me da mucho gusto que hayan venido muchos niños el día de hoy. El programa esté destinado a abrir esa puerta a la imaginación y poder darnos cuenta por qué la lectura nos causa tanto placer. Hemos insistido mucho en que la lectura vaya abocada a los jóvenes y a los niños. Fue por ello que Estrella leyó poemas de Los días que no se nombran y cuentos de El viento distante, de Pacheco, libros que el propio actor llevó a la carpa.

“José Emilio Pacheco es un extraordinario narrador, ensayista, cuentista y traductor que nació en la ciudad de México. Su pluma es de las más brillantes en Latinoamérica y es integrante de la generación de los 50, como Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Vicente leñero, Juan García Ponce. De él me gusta mucho su lenguaje cotidiano y cercano a nosotros, como se aprecia en sus novelas Las batallas en el desierto y Morirás de lejos y en su poesía”, dijo.

Otro de los lectores en este día, Jorge F. Hernández, comentó que participó en el homenaje por dos razones: “Por la FILIJ, porque es la primera que vengo con mis hijos, pero ellos ya son adultos y me provoca muchísima nostalgia que ahora no tengo que andarles comprando libros. El que los está comprando para sí mismo soy yo.

La segunda, es que cualquier cosa que se haga para difundir la obra de José Emilio Pacheco, quiero estar ahí. Porque lo amo, lo adoro y él lo sabe. Me ha dado todo, he aprendido a leer mejor con libros de él y me atreví a considerarme escritor gracias a sus cuentos”.  El autor recomendó las lecturas de Las batallas en el desierto, obra que cumple 30 años de haber sido escrita,  El principio del placer y el tomo de poesía completa de Pacheco editado por el FCE. “Todo lo que sea de José Emilio, es muy valioso”.

José Emilio Pacheco es un inmenso poeta, es el más grande poeta vivo que tenemos, pero también es un magnífico cuentista de quien siempre he aprendido mucho de leer y de releer sus cuentos. Por eso leí de él el cuento Langerhouse, del libro El principio del placer, que no tiene desperdicio.

Hernández confesó que no le gusta que existan distinciones entre literatura infantil y de adultos: “La literatura es universal. No me gusta que digan que La isla del tesoro es una novela para jóvenes lectores, es una infinita y maravillosa novela que escribió Stevenson para cualquier lector. Por razones de marketing o de acomodo en las librerías, dividen, pero yo sigo leyendo a Winnie Pooh y sigo cantando las letras de Crí Crí.

Por último, el autor comentó que en el Día Nacional del Libro es obligación de todos regalar un libro, pues  “es el mejor pasaporte para viajar y el mejor salvoconducto para que no lastime la violencia que impera en este país. ¡Viva Conaculta, viva el Fonca y viva José Emilio Pacheco!, exclamó emocionado.

Fuente: (CONACULTA)

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