Aunque su obra no es muy conocida por el público, Roberto Montenegro fue uno de los precursores del arte contemporáneo mexicano

La Colección Blaisten ofrece la posibilidad de acercarse a su trabajo a través de una exposición que estará abierta hasta el 6 de noviembre en el CCU Tlatelolco

El Museo Colección Blaisten, un muestrario de la obra de artistas mexicanos, entre los que se cuenta a María Izquierdo, Rufino Tamayo, Julio Ruelas, Ángel Zárraga, José Clemente Orozco, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y el Dr. Alt, ubicado al interior del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, se enorgullece de presentar la exposición Roberto Montenegro: Donación Doctores John y Marie Plakos, un conjunto de obras del pintor mexicano nacido en 1881, conformado por 29 óleos, 51 grabados y 25 dibujos y acuarelas.

Esta suma de obras fue generosamente donada a Blaisten por los doctores John y Marie Plakos, un matrimonio de coleccionistas estadounidense que entró en contacto con Montenegro durante la década de 1940, mientras cumplía labores diplomáticas en nuestro país, y que tejió lazos de intimidad con el artista, al grado de convertirse en un principal defensor de su obra.

Tal gesto, ampliamente celebrado y sin precedentes en el contexto artístico actual, no sólo abre la puerta a nuevas donaciones desinteresadas, sino que constituye un orgullo para la institución, en tanto que los Plakos privilegiaron sobre otros destinos posibles al mexicano, en el entendido de que es sumamente importante fomentar el contacto entre el arte de nuestro país y sus habitantes.

En conferencia de prensa, Andrés Blaisten, titular de la colección; Vannesa Bohórquez, directora del museo, y Claudia Barragán, curadora, consideraron a la exposición de suma importancia, dado que reúne un valioso número de piezas que se mantuvieron evadidas del público durante cerca de sesenta años, y las hace entrar en contacto con la posibilidad de nuevas apreciaciones.

Roberto Montenegro: Donación Doctores John y Marie Plakos da cuenta de la versatilidad y capacidad de ajuste del pintor mexicano ante el oleaje estético de sus varias décadas de vida. Su propósito fundamental es engendrar un aparato vivo donde resuene el talento malabarista de Montenegro, un artista de formación académica, muy en contacto al inicio con Diego Rivera, pionero del muralismo, y, posteriormente, discípulo espiritual de principales artistas del ámbito vanguardista europeo, como Juan Gris y Pablo Picasso.

Las obras presentes, que comprenden distintas dimensiones de producción, en un periodo que va de 1910 a 1968, oscilan con ferocidad y vocabulario vibrante entre el modismo goloso del Art Nouveau, el indigenismo realista o deformado por la imaginación alegórica y la ironía, la cosmogonía prehispánica derivada en combinatorias complejas, el paisaje documental y tierno, el localismo minucioso, la nubosidad pesadillesca, el abstraccionismo cósmico, etcétera.

Imbricación, entrecruzamiento de discursos de una misma personalidad artística, capaz de generar deformaciones al interior de sí misma.

Con tan singular donación, la Colección Blaisten engrosa su de por sí rico acervo, y da espacio a la oportunidad de que el público mexicano dialogue y genere experiencias de reconocimiento y confrontación con uno de los artistas plásticos nacionales más enriquecidos y enriquecedores.

Fuente: (cultura.unam.mx/Samuel Cortés Hamdan)

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