“Ofrendas de Angelitos”, una tradición que llevan a cabo los pueblos ribereños del Lago de Pátzcuaro y la Meseta P’urhepecha

ánima, propias de esta época; asimismo, lleva dulces de azúcar con figura de ángel o de animalitos, juguetes e inclusive ropa, como parte de la ofrenda.

La preparación de la ofrenda en la que toda la familia interviene, es anunciada con cohetes, al igual que durante el recorrido de su casa, a la de los papás del ahijado. En el trayecto van cantando alabanzas y rezando; mientras, en el hogar del pequeño difunto, los padres han dispuesto el altar donde se colocará la ofrenda y han preparado platillos de la cocina tradicional, como pozole, nacatamales y atole, entre otros, que se invitarán a los que llegan.

La mañana del día 1º, muy temprano, los papás y padrinos del niño se dirigen al panteón a llevar la ofrenda. En la tumba permanecen entre las 5:00 y las 9:00 horas, tiempo en el que encienden velas como un recordatorio de la luz de Cristo y le tributan lo que le han llevado en su ofrenda.

Las ofrendas de “angelitos” es una tradición que llevan a cabo todos los pueblos ribereños del lago de Pátzcuaro y de la Meseta P’urhepecha con algunas variantes. En la isla de Janitzio, por ejemplo, la celebración se hace en el atrio del templo, el día 1º, por la mañana ( de 7:00 a 10:00 horas), lugar donde acuden las madres y hermanos de los niños; y en sus tumbas crean bellos adornos con flores, con juguetes de madera, tule y paja. Los regalos que no se les hicieron en vida adornarán su altar en la velación.

En Huecorio, a los niños se les recuerda en sus casas, con la colocación de altares el día último de octubre por la noche; sus ofrendas serán vistosamente adornadas con dulces, pan, juguetes de madera de Tócuaro, de barro de Ocumicho, así como ropa que los padres han traído de Pátzcuaro.

Fuente: (turismomichoacan.gob.mx)

 

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