Juegos Panamericanos con identidad: la gente de Guadalajara hizo su parte con lámparas de colores que generaron un cuadro espectacular

Comité Organizador presentó una ceremonia diferente, pues fue capaz de involucrar a esta ciudad con sus Juegos.

Bastó con la entonación del Himno Nacional por parte de Vicente Fernández (con un error, por cierto) para que los más de 30 mil aficionados se sintieran conectados. Aunque esta vez Chente no se quedó hasta que acabaron los aplausos, sí lució con “México lindo y querido”, seguida de “Guadalajara”, acompañado del mariachi y más de 20 charros para recibir a las delegaciones.

Los ídolos locales estuvieron toda la noche, la interpretación de Maná; Lorena Ochoa, Ximena Navarrete (Miss Universo 2010), Salvador Reyes, Saúl Álvarez o Rafael Márquez (nacido en Michoacán pero forjado en el Atlas) cargando las banderas del COI y la Odepa; hasta el cierre, con Alejandro Fernández, mostraron el apoyo de los tapatíos a su gente.

Los más de 30 mil asistentes hicieron su parte, con lámparas de colores que generaron un cuadro espectacular, primero coordinado por la música de Nortec hasta cerrar con la interpretación de “Bésame mucho” de José Luis Duval, Olivia Gorra y Lila Downs.

La lista de atletas mexicanos, amateurs y profesionales fue completada por Julio César Chávez, Iridia Salazar, Soraya Jiménez, Daniel Bautista, Ernesto Canto, Fernando Platas, Salvador Reyes, Guillermo Pérez, Ricardo Delgado y Daniel Aceves, en diversos momentos de la noche, hasta que, como se había adelantado, Queta Basilio (quien encendiera el pebetero en México 1968), Alberto Valdez (medallista en 1954) y María Espinoza (campeona olímpica en Pekín 2008) abrieran el camino para que Paola Espinosa, sujetada por arneses, se elevara unos cuantos metros y prendiera formalmente la flama.

Todo con corazón

En el desfile de atletas, Argentina abrió con una gran ovación, pero el público tapatío tiene bien definido a su favoritito desde hace varios años; cuando Brasil apareció con sus más de 500 atletas el escándalo fue ensordecedor.

Otras delegaciones como Chile, con dos atletas portando máscaras de luchadores, Colombia, Panamá, Puerto Rico, Venezuela y, sin duda, el obligado campeón, Estados Unidos, se llevaron las palmas. Pero Cuba se acercó al gigante de Sudamérica, anticipando el duelo que tendrán dentro del medallero por el segundo lugar.

La delegación mexicana partió plaza ataviada como charros y adelitas, apenas bastó con unos segundos para sentir el apoyo que tendrán durante dos semanas.

Guadalajara no será sede de los Juegos Olímpicos en el corto plazo, como lo consiguió Río de Janeiro en el 2007, pero, al menos anoche, dieron el primer paso para hacer de ésta una fiesta diferente.

Calderón, bien recibido

El presidente de México, Felipe Calderón, fue ovacionado en su discurso inaugural de los Juegos Panamericanos. Incluso algunos gritos de “¡Felipe, Felipe!” pudieron escucharse desde la tribuna.

Lo mismo ocurrió cuando el gobernador y presidente del Copag, Emilio González, abrió el acto, pidiendo entre otras cosas, que estos sean los Juegos “de la paz”.

Una pequeña sección de la tribuna abucheó a González, que se vio perseguido por disputas políticas durante casi todo el proceso, uno de ellos, los terrenos para la Villa Panamericana y la construcción del Estadio de Atletismo, aún por entregarse.

Quien sí se encontró con una rechifla moderada fue Mario Vázquez Raña, titular de la Odepa.

Una fiesta de luces

El Estadio Omnilife brilló por el espectáculo, los juegos pirotécnicos y la presentación de los deportistas, como Paola Espinosa, quien se elevó para encender la llama que arderá en el inmueble hasta el 30 de octubre.

Fuente: (laaficion.com/Carlos Contreras Legaspi | Enviado, Guadalajara)

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