“Milagros” mexicanos llegan a Londres: Muestra que se compone de más de 100 pinturas votivas que datan del siglo XVIII

paintings (Milagros pictóricos mexicanos).

Inaugurada la víspera, la exposición reúne piezas de diversos museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), así como del Santuario de la Purísima Concepción de la Diócesis de Matehuala, en Real de Catorce, San Luis Potosí, y de la Iglesia del Cristo de Villaseca del Mineral de Cata, en la ciudad de Guanajuato.

A través de la muestra, que estará abierta del 6 de octubre al 26 de febrero de 2012, se destaca el valor histórico y cultural de estas pequeñas pinturas que dan a conocer el testimonio de los habitantes de ciertas localidades del país en el momento en que solicitaban el apoyo de los santos y de otras figuras religiosas para evitar un desastre o algunas veces la muerte.

“Realizados en pequeñas placas, este conjunto de documentos pictográficos, que representan un momento de humildad personal, han inundado durante siglos los muros de iglesias mexicanas, con peticiones personales de ayuda y gestos de acción de gracias”, señaló la curadora Antonia Bruce, luego de destacar que por vez primera se muestra este tipo de pintura mexicana en el Reino Unido.

El guión curatorial resalta aquellos personajes a los que están dedicados la mayoría de los exvotos: el Santo Niño de Atocha, San Francisco, el Cristo de Villaseca y las vírgenes de Guadalupe, de Zapopan y de San Juan.

“Los exvotos son un registro de dramas personales de la vida cotidiana —caída de rayos, tiroteos, accidentes de tráfico, enfermedades o privación de la libertad—, en los que se cree que la intervención de santos puede llevar a la supervivencia o al indulto”.

En México, la tradición de ofrecer estos cuadros de pequeño formato en agradecimiento a los santos por las oraciones atendidas tiene raíces profundas. Su origen se remonta a la conquista española, y a la fusión del catolicismo y de las creencias indígenas en el siglo XVI.

Al principio, la gente con mayores recursos solicitaba a los artistas locales la realización de estas pinturas votivas, que contaban desde historias personales hasta catástrofes nacionales. Ya en el siglo XIX, se comenzaron a hacer sobre pequeñas placas, lo que permitió la proliferación de estos singulares trabajos que documentan sobre las enfermedades, los pesares y la cultura de las comunidades.

Los santuarios de las ciudades de Guanajuato y Real de Catorce siguen siendo centros de peregrinación anual, que atraen a miles de personas para agradecer y celebrar a los santos de su devoción.

Hoy en día la continuidad de esta tradición se puede ver en un muro de una iglesia en la ciudad de Guanajuato, cubierta con cartas, certificados, fotografías, ropa y flores, parte de los cuales se exhiben en la exposición.

Asimismo, la muestra integra dos salas dedicadas a los exvotos del Santuario de la Purísima Concepción de la Diócesis de Matehuala, en Real de Catorce, SLP, y otra con las obras pictográficas de la Iglesia del Cristo de Villaseca de Mineral de Cata, en Guanajuato.

La muestra se acompaña de fotografías y objetos de devoción, así como de  documentales y entrevistas sobre las formas y lugares en que las pinturas votivas se fabrican y utilizan en el México actual, y que ilustran la profundidad de esta tradición.

Este tipo de pictografías, que muestran la reacción de los individuos en momentos de crisis y cómo entra en juego la fuerza de la fe, ejercieron gran influencia en artistas como Diego Rivera y Frida Kahlo, que fueron ávidos coleccionistas de exvotos, refirió la especialista Antonia Bruce.

Infinitas gracias: Mexican miracle paintings incluye además piezas procedentes de los museos nacionales de Historia “Castillo de Chapultepec” y de las Intervenciones, de los regionales de Guadalajara y Puebla, y del Museo de la Basílica de Guadalupe.

Las pinturas seleccionadas son las que tienen mayor contenido y simbolismo cultural, entre ellas una del Museo de las Intervenciones, que data de 1917, en la que un personaje llamado Román Camargo cuenta que estuvo en peligro de morir en dos ocasiones, “colgado primero y luego ejecutado. Después de que fue liberado de la cuerda y cayó casi muerto, se puso de rodillas ante el pelotón de fusilamiento. Su madre invocó al milagroso San Nicolás y fue puesto en libertad inmediatamente”.

Otra más, procedente del Museo Regional de Puebla, data del 23 de diciembre de 1862 y narra la historia de Miguel Zusano y Nicolás Castelán, oriundos de la ciudad de Hueyotlipa, quienes fueron secuestrados por diez pandilleros. “Al salir de la ciudad, el grupo se dividió, algunos se fueron en una dirección y los restantes retuvieron a los dos hombres en el bosque. Allí obligaron a Miguel Zusano a ponerse de rodillas con el fin de matarlo, pero las víctimas imploraron la ayuda de Señor del Convento, y un miembro de la pandilla les tomó simpatía y los liberó”.

Destaca también una pieza que forma parte del acervo del Museo Nacional de Historia, la cual refiere que “el 5 de enero de 1886, Macsimino López, de la Hacienda de Guadalupe, fue falsamente acusado por algunos enemigos de ser un salteador de caminos y remitido a las autoridades de Guanajuato, quienes le aplicarían la ley fuga. Sin embargo, esto nunca sucedió debido a la gracia de la santísima Virgen, a quien le dedicó un retablo”.

La galería de la Fundación Wellcome Trust prepara además una serie de actividades paralelas a la exposición Infinitas gracias: Mexican miracle paintings, entre ellas la conmemoración del Día de Muertos el 5 de noviembre, y un simposio sobre la ciencia y la fe, programado para diciembre próximo.               

Fuente: (INAH)

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