otras cinco películas de entre 71 propuestas provenientes de países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Francia, Holanda, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
De resultar ganadora, Un mundo secreto, recibirá un estímulo económico como apoyo para la fase de postproducción o bien con el objetivo de facilitar su conclusión. La presentación de los materiales será el 20 y 21 de septiembre.
“Trabajé casi cuatro años con el proyecto desde que terminé la carrera. Empecé con el guión y comencé a acercarme más a una manera de producción que se ha vuelto tendencia en Sudamérica, en especial en Chile y Argentina que es filmar con poco dinero, de historias sólidas de personajes, pero sobre todo muy personales e íntimas”, explicó Mariño.
El joven realizador se mostró emocionado ya que será la única cinta mexicana en participar en una iniciativa conjunta del Festival de San Sebastián y los Rencontres Cinémas dAmérique Latine de Toulouse que destaca por sus altos estándares de calidad.
Egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica del Conaculta, Gabriel Mariño ha tenido la oportunidad de trabajar con directores como Jesús Magaña y Ernesto Contreras al ser editor de las cintas Abolición de la propiedad, Párpados Azules y el documental Seguir Siendo: Café Tacvba.
Ahora con su ópera prima y el apoyo de los dos cineastas en la producción, Mariño ofrecerá una propuesta intimista y contemplativa a través de la historia de María, una adolescente que en su último día de clases decide iniciar un viaje de la ciudad de México hacia el norte del país, sin un objetivo preciso.
“Hablar de los jóvenes a esa edad para mí era importante porque están en un proceso muy fuerte de construcción, de saber quiénes son, qué les gusta, en qué se van a convertir y hay pocas herramientas sociales que nos ayuden a hacer esa construcción rica y fuerte. Yo quería hacer el retrato muy emocional de una jovencita perdida y narrar la historia del primer paso para encontrarse”.
Si bien no se trata de un viaje de placer en el que se acompañe de amigos o familiares, su travesía representará un redescubrimiento que le permitirá recobrar la fe.
“Siento que los jóvenes mexicanos andamos con el corazón roto, no necesariamente de una manera romántica, sino desde una cuestión más emocional y social. El futuro es nebuloso, no sabemos que puede pasar en un año. Pienso en los chicos de 15 y 16 años y la incertidumbre que se experimenta sobre lo que pueden hacer”.
Con experiencia en el cine documental, el cineasta reconoció que Un mundo secreto es un guión de ficción enriquecido con la realidad, que lo llevó a retratar el viaje iniciático de una joven sin maquillaje ni alteraciones a lo largo de seis semanas de rodaje.
“Éramos nueve, diez personas de crew, la idea era adaptarnos a la luz y a los elementos disponibles, aprovecharlos y trabajar en sintonía con ellos, no llevamos luces, sólo una foto lámpara. El fotógrafo Iván Hernández, aceptó el reto. No podría describirlo con palabras pero siento que logró capturar la energía y el alma del personaje”.
La cinta es protagonizada por Lucía Uribe Bracho, estudiante de la carrera de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien después de su participación en el largometraje planea estudiar la carrera de Literatura Dramática y Teatro.
“Era muy conmovedor ver a una chica que no tiene herramientas actorales, pero que tiene talento, intuición y un compromiso de aventarse al vacío sin reserva… Más que decidir si trabajo con un actor o un no actor, pienso en la gente correcta para los papeles.
“El cine que me interesa hacer y que me interesa ver es un cine que me haga pensar, pero sobre todo sentir”, comentó Gabriel Mariño.
En septiembre del 2010, Un mundo secreto se hizo acreedor al fondo suizo Visions Sud Est, que ayuda a la producción fílmica de países en vías de desarrollo y se espera que pueda ser concluida a finales de este año o principios del 2012.
Fuente: (CONACULTA)
