categorías; las cintas Quédate conmigo, de Zoe Birriatua y Brutal relax, de Adrián Cardona, ambas de España, compartieron el premio como mejor cortometraje internacional.
Mientras que en la sección de mejor cortometraje nacional el ganador fue Animal, de León Rechy, quien además recibió una beca para asistir a un seminario de dirección cinematográfica en Estados Unidos.
Edna Campos, directora del evento, consideró que con esta edición el festival ha logrado posicionarse como uno de los más atractivos del género, mientras que el crecimiento que registró este año ha sido favorable para consolidar el futuro.
Resaltó que en esta ocasión contamos con una mayor cantidad de películas en exhibición, sedes, secciones competitivas, conferencias, presentaciones de libros y talleres, funciones de medianoche, y películas clásicas en un panteón.
A ello se sumó un plan de vinculación educativa, entre otras actividades, las cuales se presentaron en las sedes principales del ciclo, en cineclubes, universidades, centros culturales y en Cinépolis Diana.
“El festival ofrece un nuevo foro a los artistas y creadores, profesionales y amateurs –dijo Campos-, cuyos trabajos no han tenido oportunidad de ser exhibidos por el formato en que fueron realizados o por su temática.
“Los premios, además que se entregaron por primera ocasión, fueron un atractivo más para los participantes y el público en general, que ha sido fiel al festival durante esta década a la que llegamos con una buena perspectiva de crecimiento”.
El vampiro y el sexo, un mito erótico
Durante décadas había circulado entre especialistas y cinéfilos el rumor sobre la existencia de filmes de El Santo, en los cuales abundaban los desnudos.
Fue hasta que la productora Viviana García Besné encontró los rollos de El vampiro y el sexo que todo se aclaró; la cinta por fin pudo ser exhibida en el festival Macabro luego de un intento fallido por hacerlo en el de Guadalajara.
Se trata de una versión filmada de manera alterna a El tesoro de Drácula, dirigida por René Cardona en el año de 1968, con la producción de Guillermo Calderón Sell, la cual fue distribuida sobre todo en Europa.
García Besné dijo que esta fue la primera ocasión que la película se proyecto ante el público contemporáneo, por lo que espera que la expectativa crezca y se logre presentar en otros ciclos similares en el país y en el extranjero.
“Estamos en negociaciones con más festivales de cine de México y dentro de poco podremos anunciar algunas invitaciones para presentarla en Estados Unidos, lo cual sería muy interesante para el filme porque hay mucho interés por él.
“Más allá de demostrar la existencia de esta versiones, y otras más que ha encontrado la familia de Cardona, lo relevante es que una película filmada hace 50 años, con El Santo como protagonista, sigue llenando las salas donde se proyecta”.
El vampiro y el sexo se alinea con la historia de El tesoro de Drácula, en la cual Santo vuelve a viajar a otra época, en el pasado desde luego, para enfrentar a un enemigo de ultratumba.
Pero para lograrlo en esta ocasión debe enviar a una bella y joven mujer, que en su otra vida fue elegida por un vampiro para vivir juntos por toda la eternidad, lo cual complica las cosas para todos.
El vampiro, interpretado por Aldo Monti en este versión para adultos, seduce a Luisa (Noelia Noel) y como parte del rito para transformarla en un “ser de la noche”, tiene sexo oral con ella… claro nada explicito, pero sí contundente.
Además, y seguramente para cumplir con la premisa de pasar a la eternidad con una mujer, el listo y ardiente personaje ha reunido un numeroso harem, a cuyas féminas va transformando en vampiros empleando el mismo método.
El resto de elenco incluye la participación de Alberto Rojas “el caballo”, Carlos Agosti, Roberto G. Rivera y desde luego a El Santo, cuyas escenas fueron seleccionadas para que nunca apareciera junto a las mujeres desnudas.
Fuente: (CONACULTA)
