Entrevista a Alfredo de Stéfano, fotógrafo, artista, mexicano, coahuilense, padre de familia y algo más

Ramón Carrillo
Colaboración especial para Azteca 21

A través de la fotografía y el video, el fotógrafo mexicano Alfredo de Stéfano revitaliza las formas, colores y texturas del desierto con elementos que no son propios de este ecosistema. De Stéfano, quien nació en Monclova, una ciudad del noreste de México inserta en el desierto más grande de América del Norte, siempre sintió empatía por este paisaje que a muchos impone temor y soledad. Para él se trata de un escenario ideal para mimetizarse: “En ese lugar geográfico encuentro la manera de hacer reflexiones a través de mi fotografía”.

RC.-Qué es para ti Monclova, Coahuila…?

Es la ciudad donde nací, donde todavía viven mis padres y de donde tengo gratos recuerdos.

RC.-Cuándo te atrapó el arte fotográfico..?

Cuando estaba en la universidad estudiando comunicaciones.

RC.-Práctica o teoría..?

Las dos. No puede existir una sin la otra, por lo menos en un artista visual.

RC.-Cuándo inicio “el romance” con el desierto..?

Nació cuando tuve claro cuál iba a ser el tema que trabajaría en mi carrera como artista

RC.-Cómo lograste tanto éxito., dime la fórmula..?

Yo sigo pensando que no tengo tanto éxito y en realidad no existen formulas. En la fotografía de autor lo que hace la diferencia es cuando tu logras tener un discurso y un lenguaje propio.

RC.-Cuándo surgió y cómo, el libro: “breve crónica de luz”..?

Alberto Ruy Sánchez el escritor y editor de artes de México me venía buscando desde que vio una exposición mía en España. Cuando finalmente me localizó me ofreció editarme un libro

RC.-El desierto tiene, luz, color , forma,… qué le falta….?

Nada, es un ecosistema único y maravilloso, a los hombres nos queda apreciarlo y protegerlo.

RC.-En qué piensas cuando inicias un proyecto..?

Primero; que es lo que voy a tratar de decir y segundo como lo voy a mostrar. Pero entre el primero y el segundo paso hay todo un proceso de intelectualización de mi lenguaje para poder armar un discurso sólido.

RC.-Tu obra ha sido exhibida en New York, Los Ángeles, España, El Cairo, Egipto, Marruecos, Argelia, Ciudad del Cabo, Colombia, Perú, Francia, Cuba, Costa Rica, Londres, Austria, Japón, Australia, China, México, Monterrey y actualmente en Holanda. Cómo te va ahí..?

Afortunadamente bien, hay muy buenos comentarios. Por lo pronto ya tengo confirmada otra expo el próximo año en Brasil.

RC.-Cuándo fue tu primera exposición en Monclova..?

En 1995, en el museo pape, con una exposición que se llamó “vestigios del paraíso”.

RC.-Qué anécdota recuerdas en el desierto..?

Tengo muchas, pero por mencionar un par: en Australia tenía que prácticamente fotografiar a escondidas ya que para los aborígenes todo es sagrado, piedras, plantas o montañas, todo ¡. En el Sahara tenía como guías a un par de beduinos y cada vez que en medio del desierto cruzábamos alguna comunidad de beduinos, nos detenían para que tomáramos un té con ellos, en el suelo, con alfombra y mesa y en medio de una polvorosa calle.

RC.-Si no hubieras sido fotógrafo que serías…?

Más bien yo no estudie para ser fotógrafo o artista si no que el arte se cruzo en mi camino y decidí seguirlo.

RC.- Cuántos desiertos del mundo has fotografiado..?

Todos los de México y el sur de los Estados Unidos, el Gibson desert en Australia, el de atacama en chile y el del Sahara en Egipto. El próximo año voy al de namibia en Sudáfrica y al del goby en china entre otros.

RC.-Cómo participaste en los cortometrajes de Carlos Amorales..?

Carlos y yo somos amigos desde hace varios años y cuando el quiso hacer cortometrajes con su obra pero no tenía experiencia en cine me invito a que le ayudara. Hasta la fecha le he hecho cinco cortos en súper 16.

RC.-Cómo lograr el apoyo de las becas..?

Para obtener una beca tienes que tener un cuerpo solido de obra personal y con una trayectoria y reconocimiento pero también algo de suerte.

RC.- Cómo logras leer el espacio para intervenirlo equilibradamente con tu cámara..?

Mis obras mantienen siempre una relación íntima con la naturaleza; éstas deben mantener un diálogo interno con el espacio. Para mí cada lugar requiere una intervención única, como si esa obra fuera un complemento del lugar y de lo que pasa en su entorno. Así es como establezco un diálogo con el lugar.

RC.-Por qué dices que el desierto es la “coincidencia del principio y fin”..?

En el desierto puedes encontrar vestigios de algo que se extinguió como podrían ser los fósiles y al mismo tiempo, por ejemplo, plantas muy recientes (hablando en términos de evolución y adaptación )en la tierra, como son los cactus.

RC.-Qué prefieres el día o la noche..?

Los dos

RC.-Somos norteños; de paisajes desérticos, si hablara el desierto coahuilense qué nos diría…?

Mmm, no sé, quizás que seguimos sin respetarlo y aprender de él. Al desierto lo usamos con mucha frecuencia como basurero porque pensamos que ahí no hay nada.

RC.-Cuando no fotografías, qué haces..?

Normalmente preparando la siguiente foto, dando talleres y conferencias, viajando, trabajando en otros proyectos creativos o atendiendo a la familia.

RC.- Cuándo podríamos admirar tus fotografías, acá en la frontera..?

Ni idea, difícil saberlo. Prácticamente ya no expongo en México y no por falta de ganas, si no porque aquí casi nadie te paga la producción de una expo que en mi caso es muy costosa.

RC.-Después de Holanda, qué sigue..?, a dónde va Alfredo de Stefano..?

Por lo pronto ir a un desierto en otro país, estoy trabajando en eso.

RC.-Quién es Alfredo de Stefano..?

Fotógrafo, artista, mexicano, coahuilense, padre de familia………….si hay algo mas se lo dejo a ustedes.

 

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