Derrame de petróleo en el Río Yellowstone

los oleoductos de Estados Unidos y una señal más de que lograr la independencia del petróleo debe ser nuestro objetivo en estos momentos

El río Yellowstone es uno de los últimos ríos salvajes que fluye libremente en los Estados Unidos, atravesando en su camino el famoso Parque Nacional de Yellowstone y el estado de Montana. Afortunadamente, el parque no se vio afectado por este derrame.  Pero la tragedia de este derrame se siente por los pueblos, las aves, los peces y las tortugas que viven en su camino.

Los medios de comunicación están llenos de informes de residentes locales que han visto sus campos bañados por el petróleo y están sintiendo efectos inmediatos en su salud por el petróleo tóxico. Todavía estamos intentando entender cuál será el impacto sobre zonas de desove de peces en los afluentes del río, así como sobre importante hábitat de aves a lo largo de las orillas del río.

El río ya se estaba desbordando con aguas primaverales de las montañas. Esto significa que el petróleo está inundando campos y tributarios aguas abajo – lejos del origen del derrame. Los informes iniciales indican que es posible que haya sido el mismo poderoso flujo del río lo que causa  la ruptura del oleoducto. Es más, Parece que ExxonMobil sabía que la inundación podría dañar la tubería e incluso cerro el oleoducto por un día durante el mes de mayo.

Los oleoductos deben ser construidos y mantenidos para poder aguantar las inundaciones de los ríos. Este derrame en el río Yellowstone ocurre casi un año después de un derrame aún peor en un  oleoducto de Enbridge que esparció petróleo de arenas bituminosas en el río de Kalamazoo de Michigan.  Las autoridades aún están limpiando aquel río. Esto pinta un panorama sombrío para la limpieza del Yellowstone.

Este último derrame en el río Yellowstone está provocando un debate en los Estados Unidos sobre si nuestros oleoductos y gaseoductos son lo suficientemente seguros. Y con buena razón. Esta infraestructura de transporte de combustible fósil no es lo suficientemente segura y el gobierno ha estado reaccionando tardíamente después de que ocurran los derrames,  en vez de actuar preventivamente para evitarlos.  Debemos proteger a nuestras comunidades, ríos, y la vida silvestre de los derrames de petróleo y para lograr esto es necesario contar con regulaciones fuertes.

El derrame de Yellowstone también plantea una discusión acerca de qué tan seguro es continuar nuestra dependencia del petróleo. NRDC ha demostrado que podemos disminuir esta dependencia atreves de una transición hacia un sistema de transporte más seguro y más limpio  a base de transporte público, el uso de energías renovables para  impulsar vehículos eléctricos, y una reducción en el uso de petróleo a través de estándares de eficiencia para combustibles y desarrollo urbano inteligente. Espero que podamos aprender de esta última tragedia para avanzar más allá del petróleo y hacia soluciones energéticas más limpias.

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