El que no corre… vuela

crear “vacunas” contra la crisis económica y/o financiera antes de colgarnos la medalla de tener experiencia en el manejo de ésta cuando la receta no tiene ningún secreto ni para países ricos, ni subdesarrollados: más impuestos, mayor austeridad, menos bienestar,  más recorte social y presupuestal. En suma apretar el cinturón del ciudadano.
Recientemente lo observamos  con el sufrimiento de los griegos cargando sobre de sus hombros el peso del rescate. En México, conocemos la amargura del remedio, prácticamente de generación en generación.
Precisamente Carstens dentro de sus aspiraciones para dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró una y otra vez ser un experto “en crisis” tras señalar lo bien que manejó el rescate de México en 2009 como si todo verdaderamente hubiera quedado en un “catarrito”.
Sin embargo, ni el viaje a varios países, ni vender su intervención en  momentos económicos difíciles sirvieron para quitarle al FMI la tradición de un europeo al frente del organismo.
Finalmente, el martes 28 de junio, la francesa Christine Lagarde (hasta ese momento ministra de Finanzas de Francia) fue elegida mandamás del FMI.     Qué pena para Carstens, se le fue una millonaria jubilación y  excelentes bonos anuales.
A COLACIÓN
En México dos de las figuras ejecutivas más importantes en el terreno de la política monetaria, como lo es el gobernador Carstens; y económica, como sucede con Ernesto Cordero, titular de Hacienda,  están en todo menos en lo que deberían.
El primero, se lanzó a recorrer medio mundo sin importarle Banco de México, las tasas de interés o el seguimiento de la inflación, total no pasa nada con la silla vacía más de 15 días, eso sí, viviendo con los viáticos del instituto central.
El segundo, está urgido de la candidatura para la Presidencia, es más se avizora disfrutando de su pensión de ex presidente. Para Cordero, la recuperación económica, si baja o sube la actividad productiva e industrial o  si  micro, pequeñas y medianas empresas están cerrando es algo que pasa de largo porque lo primero es hacer proselitismo a lo largo y ancho del país en cuanto foro participe.
En Guanajuato le alzaron la mano a Cordero y no tardó en retar al debate a  Enrique Peña Nieto; además cada día sus discursos van más en tono de candidato que de secretario de Hacienda.
A todo esto me pregunto: si es por esa indiferencia de los mandos superiores en sus respectivos roles, que el país no termina de salir de la crisis de 2009.
Le pregunto amigo lector, ¿lo ha sentido últimamente? La compra del supermercado encareció, el recibo de la luz es insultante, la gasolina rinde menos incluso, la calidad  decayó en productos y servicios; muchos restaurantes para sobrevivir están recurriendo al “gato por liebre” y las políticas de austeridad administrativa de la iniciativa privada van en demérito de la atención, calidad y servicio.
Grandes empresas han perdido su sello de calidad porque  abarataron costos, redujeron sueldos y salarios, quitaron prestaciones y contrataron personal de outsourcing. Por todos lados hay caras largas.
Además no, no es verdad que México dejó atrás la crisis menos con los problemas de la industria de la construcción que no logra recuperar sus niveles de producción de obra y de generación de valor agregado siendo una de las industrias más importantes dentro del PIB.
Ojalá que tanto Carstens como Cordero reflexionen acerca de la seriedad de su cargo, del impacto bueno o malo que sus decisiones, indecisiones, omisiones y ausencia pueden provocar. ¡Pónganse a trabajar!
P.D. Encuéntrenme en Facebook. Les invito a que opinen del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

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