evangelizadores en el siglo XVIII y la historia de la creación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 1939, reúne cerca de 400 imágenes de diversos sitios arqueológicos.
También figuran mapas, códices, piezas prehispánicas, pinturas y de reconocidos investigadores que han permitido mostrar la importancia de la arqueología en México.
El INAH informó en un comunicado que el autor ha asegurado que a lo largo de las páginas de “Arqueología del México antiguo” se refiere a los diversos aspectos de la arqueología en Mesoamérica, desde su origen y hasta la actualidad.
“Abordo su conformación, corrientes académicas, técnicas utilizadas y creación de instituciones que la impulsaron, hasta sus protagonistas en cada etapa de su historiografía y el contexto en el que se desenvolvieron”, expresó Matos Moctezuma.
Precisó que la arqueología hace posible revisar el pasado de los pueblos antiguos, para así saber acerca de ellos, lo que en su opinión permite un acercamiento a la obra del hombre y con el hombre.
El reconocido arquólogo subrayó que a lo largo de los nueve capítulos que integran esta publicación, destaca lo que considera los primeros esbozos de la arqueología en la época prehispánica.
“Los mismos pueblos mesoamericanos buscaron sus orígenes al estudiar otros sitios, por ejemplo, los mexicas acudían a Teotihuacan (abandonada siglos atrás) para observar la arquitectura y objetos, que copiaban y reproducían posteriormente en Tenochtitlan”, mencionó.
Dijo que fue en la Colonia (1521-1821), con el impacto de los pensamientos de la Ilustración durante el siglo XVIII, que surgió el interés de la Corona Española por saber sobre el pasado de las culturas nativas de la Nueva España.
Entre los momentos que son narrados por el arqueólogo, destaca el hallazgo de los monolitos de la Piedra del Sol y la Coatlicue (1790), en el Zócalo de la antigua Gran Tenochtitlan.
“Al momento de su hallazgo, el también llamado Calendario Azteca se empotró en la catedral; sus características aludían a los conocimientos que tenían los mexicas sobre la medición del tiempo”, señaló Matos Moctezuma.
“A partir de la Independencia se buscó la unión con el mundo prehispánico y se glorificó aquel pasado, cuyos mejores ejemplos son el escudo y bandera nacionales, que denotan el símbolo mexica del águila parada sobre el nopal devorando una serpiente”, mencionó el autor.
Abundó que otro hecho imperante fue la orden dada por el emperador Maximiliano de Habsburgo (1864-1867), para que el Museo Nacional se trasladara de la planta alta del edificio de la Universidad Real y Pontificia (1825), a la antigua Casa de Moneda (6 de julio de 1866), en el hoy Centro Histórico de la Ciudad de México.
Del Porfiriato (1876-1911) dijo que acontecieron grandes eventos, como la inauguración del Salón o Galería de Monolitos en el Museo Nacional (16 de septiembre de 1887), así como las excavaciones en la Pirámide del Sol en Teotihuacan, encomendadas a Leopoldo Batres, con motivo de la celebración del Centenario de la Independencia.
Matos Moctezuma recordó que fue Manuel Gamio quien llevó a cabo la primera excavación estratégica en México (1916-1920), en el pueblo de San Miguel Amantla, en Azcapotzalco.
Subrayó que en “Arqueología del México antiguo” expone la relevancia de la creación del INAH en 1939, y la incorporación a la Escuela de Antropología, instituciones que influyeron en motivar a los jóvenes por la arqueología y la antropología.
Finalmente, el arqueólogo del INAH detalló que en esta edición incluye un apartado de reflexiones finales en que destaca la importancia de la arqueología, la cual considera “una disciplina que penetra en el tiempo de los hombres y de los dioses, (…) descubre la presencia de sociedades complejas o comunales; las prácticas rituales de la vida y la muerte”.
Fuente: (Notimex)
