Hilda Meza, profesionista exitosa a nivel directivo, comparte sus secretos para alcanzar la cima

luchadora, tenaz y en búsqueda de sueños alcanzables: “Me gustan los retos y demostrar que puedo dar resultados”.

Estudié ingeniería porque tengo gran facilidad para los números y su análisis.  Necesitaba costear mis estudios y trabajar medio tiempo. Mi jefe fue un gran apoyo en esos años ya que me facilitó mi ingreso al mundo del seguro y me permitió asistir a mis prácticas escolares en horas de trabajo; lo cual agradezco. En poco tiempo pasé de recepcionista a administradora.

Durante esos años, la mujer no contaba con los espacios que hay ahora para desarrollarse laboralmente; incluso en la universidad los profesores eran machistas y a las alumnas nos exigían en demasía para que desertáramos, sentían que les estorbábamos.

Al titularme busqué trabajo en Seguros América y mi entrenamiento intensivo duró cuatro meses en el Departamento de Ingeniería, donde inicié con el estudio de: la tarifa de incendio, videos de inspecciones y siniestros; al término me asignaron como Inspector de Riesgos.  Trabajé ahí algunos años hasta que se fusionó con La Comercial.

Ingresé a “Tokio Marine” y fue una gran experiencia trabajar con los japoneses: ¡Tienen negocios “Jumbo”!.  El director general era muy sencillo y le gustaba acompañarme a las inspecciones a las empresas. Un aspecto que llamó mi atención era su gran disposición para conocer nuestra cultura y fiestas típicas. Después de varios años vi que ya no había más crecimiento, por lo que me retiré.

En mi búsqueda de mayor desarrollo encontré en Probursa el conocimiento del sistema de emisión, reestructuré el área. A la llegada de la administración española surgieron situaciones que me obligaron a dejar la compañía.

Decidí tomar un respiro, eran finales de año, presenté varios currícula y realicé un viaje a Guadalajara.  Al llegar recibí una llamada de mi madre donde me pedían que me presentara a un nuevo trabajo. Tomé un vuelo y me regresé al D.F. la nueva empresa era St. Paul, donde me entrevisté con el Ing. Jorge Flores, hoy director general de Grupo Mexicano de Seguros. El proyecto era eventual y me garantizaban trabajo al menos por tres meses.

La compañía siguió creciendo y me propusieron que abriera la primera oficina foránea. De ser hija de familia pasé a ser totalmente independiente y a desarrollar la infraestructura que hoy tenemos en Guadalajara, tuve la oportunidad de capacitar y formar personal. Todavía el día del maestro me felicitan.

De rentar una oficina pequeña, pasamos a la compra de un inmueble y su restauración; donde con mis conocimientos de ingeniería civil y la suma de las habilidades del arquitecto que contraté, logramos una adaptación del inmueble que nos valió un reconocimiento del Municipio.

Después de diez años y con proyectos de vida en Guadalajara, hace unos meses regresé a la ciudad de México; ahora con el cargo de Subdirectora de Responsabilidad Civil a nivel nacional y encargada de las oficinas foráneas, donde el objetivo es estandarizar los procesos y ponerlas al mismo nivel.

Maximizo mi tiempo. Me concedí un plazo de tres meses para equilibrar mi vida personal y profesional. Leo novelas románticas y, veo películas del Cine Nacional en su Época de Oro. Disfruto vacacionar en lugares de montaña.

Conocer a Hilda Meza como ejecutiva de GMX Seguros y su aspecto humano, nos permite valorar su aportación en la empresa y vislumbrar que todavía tiene muchos retos por delante.

Si hay un secreto del buen éxito reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio.
Henry Ford (1863-1947) Industrial estadounidense
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