Cineteca Nacional destacó que la cinta de Elisa Miller forma parte de una nueva estrategia de promoción de las películas mexicanas, por medio de la compra de los derechos para su distribución.
“Películas como Vete lejos más, Alicia, no llegarían de otra forma al público, porque se trata de propuestas arriesgadas que buscan explorar nuevos caminos en el cine de nuestro país.
“Hasta el momento, las cintas distribuidas por la Cineteca han sido vistas por 22 mil personas en el circuito que hemos formado con Lumiere Reforma, Movie Company (Pedregal), Cinemagic Iztapaluca, Cine Lido y Cinemanía Loreto”.
Ortiz Cisneros detalló que de esta manera pueden garantizar a los productores de cada cinta al menos seis semanas en cartelera, lo cual abre la posibilidad de que un público mayor disfrute de las propuestas.
La cinta de Elisa Miller se suma a El milagro del Papa, Un muro para Cecilia y Te extraño, como parte de la estrategia de distribución que realiza la Cineteca Nacional.
“Al igual que la película de Miller, la Cineteca se arriesga con este nuevo proyecto, pues consideramos que el cine nacional se encuentra en un momento en el que debe recibir todo el apoyo posible”, dijo Verónica Ortiz.
En su intervención, la directora de Vete más lejos, Alicia, resaltó que su película es una manera de crear paisajes emocionales con el tema de soledad como pretexto para el desarrollo de la historia.
“Junto con Sofía Espinosa (actriz) y María Secco (fotógrafa), nos lanzamos a filmar, sin avisarle a nadie, esta película, que como la hicimos en formato digital, lograrnos reunir 40 horas, algo que luego abrió la posibilidad de hacer muchas cosas.
“Pero en el proceso final, tanto el productor –Christian Valdelièvre- como yo, decidimos que debería ser un largometraje, pues la historia es una sucesión de improvisaciones actorales en conjunción con las imágenes”.
La historia de Vete más lejos, Alicia, se desarrolla en Argentina, a donde llega su protagonista en la búsqueda de un sentido para su vida.
Para su protagonista, Sofía Espinosa, se trata de una travesía que se extendió a sus propias vidas, “pues yo estaba en ese país estudiando teatro, Secco en Paraguay y Miller en México, entonces la directora lo único que tuvo que hacer fue volar a Argentina para filmar.
“Una vez ahí, todas comenzamos a llevar un cuaderno de viaje, que nos sirvió como referencia para definir lo que trabajábamos cada día; así encontramos estos paisajes emocionales, que ahora compartimos con el público, y que son universales, como la soledad y la búsqueda del sentido de la vida”.
JRA
Fuente: (CONACULTA)
