Proyectan crear recorridos por los monumentos más emblemáticos del “Panteón de Dolores” como si se tratara de un museo

en algunos de ellos descansan; una investigación detallada de estos aspectos, a cargo de la arquitecta Ethel Herrera, sirve de sustento para crear recorridos culturales al interior del camposanto como si se tratara de un museo.

Dicho estudio es el que se compendia en el libro Restauración Integral del Panteón de Dolores, que será presentado este martes 17 de mayo, en la Rotonda de las Personas Ilustres (antes de los Hombres Ilustres) de este panteón, como parte de un proyecto cultural impulsado por la delegación Miguel Hidalgo para poner en valor este sitio que se ubica en el bosque de Chapultepec y que guarda importantes ejemplos de arquitectura funeraria.

La obra, editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), además de realizar una indagación histórica del panteón inaugurado en 1875, constituye un catálogo y una plataforma para la restauración integral del cementerio más grande de la Ciudad de México (con poco más de 112 ha), así como para su protección y conservación, indicó Ethel Herrera Moreno, investigadora de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos de esta institución.

Los elementos que conforman el panteón, indicó, son monumentos que además de representar testimonio histórico, son bienes culturales arquitectónicos, artísticos e históricos de gran importancia, principalmente sus monumentos funerarios del siglo XIX, por lo que el sitio puede considerarse una zona de monumentos históricos más que un monumento histórico en sí mismo.

En este sentido, la arquitecta del INAH explicó que dentro del proyecto cultural de la delegación Miguel Hidalgo se incluye la implementación de recorridos culturales al interior del panteón, en los que se explique su historia e importancia arquitectónica, al tiempo de que se visiten los espacios emblemáticos de este sitio construido a principios del siglo XIX, y donde se encuentran importantes ejemplos de la arquitectura funeraria de esa época.

La especialista propone tres tipos de recorrido para el Panteón Civil de Dolores: dos peatonales y otro más a los lugares que son hitos del lugar, como  las sepulturas de Tina Modotti, y del padre Agustín Pro y Plutarco Elías Calles, aunque cabe mencionar que los restos de estos dos últimos personajes ya no están ahí.

El otro itinerario sería en la Rotonda de las Personas Ilustres, que por sí sola es un monumento, porque ahí están las tumbas de 111 personajes de importancia para la historia y cultura nacional, como el político republicano Sebastián Lerdo de Tejada, el militar Leandro Valle, el arqueólogo Antonio Caso, el compositor Manuel M. Ponce; los pintores Diego Rivera, José Clemente Orozco y Juan O´Gorman; los escritores y poetas Rosario Castellanos, Alfonso Reyes, Ramón López Velarde; la actriz y cantante de ópera Ángela Peralta, y el historiador Francisco Javier Clavijero, entre otros.

El tercer recorrido se propone en tranvía, al tratarse del panteón más grande del Distrito Federal y probablemente de todo el país, con una extensión de poco más de 112 ha. Esa visita se haría por algunos de los lotes concesionados más emblemáticos, como el de la Asociación del Colegio Militar y el de Águilas Caídas, donde están enterrados miembros del Escuadrón 201 que participaron en la Segunda Guerra Mundial. La idea de recorrer dichos espacios es ofrecer también una idea del trazo triangular del panteón, que a decir de la especialista es único en la ciudad y seguramente en todo el país.

“La planta del panteón, que es el área más antigua, semeja un triángulo, con un lado recto que da a la avenida Constituyentes; un lado quebrado que da a la calle del cementerio y otro lado irregular hacia la barranca. A través de la investigación se localizaron los planos y el proyecto originales, así como mapas de diferentes épocas. El panteón tiene características de una ciudad con plazas y calles; originalmente tenía una casa para el administrador, una peluquería, baños e incluso llegaba un ferrocarril de intercomunicación”.

La arquitecta Ethel Herrera explicó que los recorridos además de estar guiados se complementarían con cédulas para que los visitantes puedan leer la información en todo momento. En cuanto a la Rotonda, el proyecto propone que cada sepultura tenga una cédula con la historia del personaje en cuestión y la relevancia de su obra.

La autora de Restauración Integral del Panteón de Dolores comentó que el día de la presentación editorial se colocarán en este lugar cuatro cedularios provisionales: uno explica la historia del cementerio, otro ofrece una descripción de la portada principal, que es de estilo neoclásico; otro más de la traza del camposanto, con datos como el número de manzanas y calles principales.

La cuarta cédula se referirá al origen de la Rotonda; la arquitecta detalló que desde 1923 se trató de crear un panteón nacional donde se reunieran los restos de hombres que dieron una aportación de relevancia a México, “en ese momento no se hizo pero cuando el gobierno otorgó la concesión del cementerio a la Compañía Benfield, quedó estipulado que debían dejar el mejor lugar para colocar los restos de hombres ilustres”.

En lo que se refiere a la historia del panteón, Herrera comentó que el nieto del fundador, José Mancebo Benfield, narra en un libro que su abuelo, el prominente inglés William Stephen Benfield, llegó a México porque su esposa estaba enferma de tuberculosis y el médico le recomendó viajar al “exótico” país para su recuperación, pero al llegar a Veracruz su hija se contagió de cólera y murió, como la familia era de religión protestante no les permitieron enterrar a la niña en el cementerio del templo; la tiraron al mar y prometieron que sus descendientes se enterrarían en un panteón.    

Finalmente, muchos años después, su hijo Juan Manuel Benfield, nacido en México, cumplió la promesa de William Stephen y fundó el panteón a través de la Sociedad Benfield, Brecker y Compañía. El panteón fue inaugurado el 13 de septiembre de 1875.

Fuente: (INAH)

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