Gerardo Adame gana la “Oreja de Oro” en la Feria de San Marcos; Antonio Romero borda gran faena, pero pierde trofeos por pinchar

Asociación Nacional de Matadores.

La Fiesta de los Toros es sin igual por la pasión que desborda y divide opiniones en el público que acude a los tendidos de las plazas a defender a “capa y espada” a los toreros de su predilección, vamos tal y como ocurría antaño, cuando existían los famosos “istas”, recordando de manera histórica a los “Armillistas”, Balderistas, Garcístas, Procunistas o Arrucistas, entre otros.

Algo similar ocurrió  en la duodécima corrida y última de la Feria Nacional de San Marcos, misma en la que la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares puso en disputa el codiciado trofeo Oreja de Oro, con la esperanza de que en esta ocasión se acabara el reciente mal fario del galardón, pues en 2009 no se efectuó el festejo debido al brote de la Influenza y en 2010 el trofeo fue declarado desierto.

Y vaya que se terminó el negativo conjuro pues a través de esa pasión desenfrenada y de esa frenética defensa de los espadas preferidos, luego de dos faenas de diferente corte, una, la del zacatecano Antonio Romero, que fue con el toro bueno del encierro y al que le cuajó una brillante y artística labor pero que malogró con cinco viajes tirándose a matar, dando una vuelta al ruedo y, la otra, la del aguascalentense Gerardo Adame, con un astado nada fácil, con el que estuvo firme y yendo siempre para adelante con verdad y valentía, que rubricó de un par de viajes con el estoque para cortar una oreja y con ello obtener la áureo trofeo auricular que le entregaron los representantes de la citada agrupación de matadores, Antonio Urrutia y Jerónimo, ante una plaza dividida por Romeristas zacatecanos y Adamistas aquicalidenses.

Lo cierto es que esto, si los empresarios tienen visión, bien podrían aprovechar la coyuntura y crear una pareja torera, como se hacía hace muchos ayeres, claro, siempre y cuando estos chavales de reciente doctorado salgan a las plazas como lo hicieron ayer, con esa determinación y evidenciando que cuando se quiere se puede, eso es lo que vale e importa.

Así que ante una buena entrada, casi media, en la plaza Monumental de Aguascalientes, en tarde de mucho calor, se lidiaron seis ejemplares muy bien presentados de la dehesa tlaxcalteca de La Soledad, siendo uno bueno, el “jugado” en quinto lugar. Otro, el sexto, al que había que poderle de verdad, y los demás fueron unos auténticos “jeroglíficos”.

MALA SUERTE

De corinto y oro, con faja y corbatín en rojo, César Delgadillo se fue a los medios para de hinojos recibir con una larga cambiada al ejemplar que abrió el festejo, que salió arrollándolo e irse de lleno al burladero de matadores y estrellarse para partirse el cráneo lamentablemente. El astado siguió en pie pero sin poder ligar embestidas porque se caía. Aún así, a pesar de su mala suerte, César hizo todo lo que pudo por tratar de extraerle algunos muletazos de mérito. Terminó con joselillinas y mató de pinchazo y estocada para ser llamado a saludar desde el tercio.

MUCHA DISPOSICIÓN

Si alguien ayer salió a la plaza con ganas de “comerse el mundo” ese fue Víctor Mora, quien vestido de verde manzana y oro, con faja y corbatín en rojo brindó su trasteo al torero retirado Raúl Gómez “Campero” y lo hizo a base de valentía, torerismo y una honradez más que significativa por ambos perfiles, sacándole a su soso y difícil toro muletazos que no tenía. Por desgracia no acertó con la espada y todo quedó en aplausos.

A LA DERIVA

Si bien es cierto que los astados estaban presentando complicaciones, el que le tocó a José Manuel Montes, de rosa y azabache, con faja y corbatín en negro, no fue menos, pero si acaso se le hubiera visto al torero algo de intención por estar bien o a la altura de las circunstancias, como sus alternantes, no habría problema, pero la verdad es que le vio sin sitio, desconfiado y muy precavido. Mató de estocada delantera y caída para retirarse entre pitos. Durante la lidia de este toro, hubo dos pasajes plenos de torerismo, uno, el puyazo de Mauro Prado que rubricó como los varilargueros antañones, quitándole la moña de la divisa al toro y, el otro, el buen tercio de banderillas del subalterno Ricardo García “Caminito”, quien se desmonteró para ser ovacionado.

CON GANAS DE TRIUNFAR

De blanco y oro, con faja y corbatín en negro, el madrileño avecindado en Aguascalientes, Roberto Galán, salió con ganas de triunfar pero su evidente voluntad se estrelló con el muro de las complicaciones que le mostró su burel. En la suerte de varas, el piquero Eduardo Rivera sufrió un aparatoso tumbo de latiguillo, es decir, que salió despedido de la silla de montar por un lado del cuello de su caballo. Brindó Galán su faena al doctor Alejandro López Delgado y la cierto es que siempre estuvo el torero en la “línea de fuego”, metido en la cuna de los pitones y alcanzando a dar varios muletazos de gran mérito, con gran dignidad. Concluyó de estocada atravesada y descabello para ser ovacionado en el tercio.

BRILLANTE FAENA

Antonio Romero, de verde limón y oro, con faja y corbatín en negro, tuvo la fortuna de lidiar al buen “Farolito”, al que recibió con un par de largas cambiadas de rodillas, cerrado en tablas y ya de pie largar verónicas y un quite de navarras, seguido todo de sonoras ovaciones. Su quehacer de muleta, estupendamente estructurada con las dos manos, tuvo reposo, serenidad, verticalidad, temple, arte y calidad, además de variedad y bajo las notas musicales de “Pelea de Gallos”. La faena estaba cuajada y cuando tenía el triunfo en sus manos, lo dejó ir al matar hasta el quinto viaje de estocada trasera. Aún así y entre algunas protestas de principio, dio aclamada vuelta al ruedo.

TRIUNFADOR SIN DISCUSIÓN

“No nos hagamos bolas”, “lo que no es parejo, no es chipotudo”, “para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo” pues ante lo evidente no hay discusión. Gerardo Adame señores, vestido de grana y azabache, con faja y corbatín en verde, fue el triunfador de la corrida de ayer y “no hay vuelta de hoja”. “Guapetón”, que así se llamó su astado, pedía precisamente eso, un “guapo” que le saliera adelante para lidiarlo y cuajarlo, y así lo hizo Gerardo con verdad y entrega, siempre muy firme y resuelto. Lanceó brillantemente a la verónica. Vino un buen puyazo de Cruz Prado y Adame quitó alegre y vistosamente por tafalleras. Su trasteo con la franela escarlata tuvo mérito, aguante y poder para terminar de pinchazo y estocada que le valió cortar una oreja y, en consecuencia, obtener la Oreja de Oro. La pregunta es ¿Habremos sido testigos del surgimiento de una pareja de toreros que andarán “peleándose las palmas” en las plazas del país? Ojala y así sea.

VIENE EL CERROJAZO

A partir de las 18:00 horas de este domingo se dará el cerrojazo de la CLXXXIII Feria Nacional de San Marcos, en el coso Monumental, con la celebración del décimo tercer festejo mayor y extraordinario, en el que están puestos los diestros aquicalidenses Fabián Barba, Arturo Macías y Mario Aguilar, con el encierro de la dehesa michoacana de El Junco.

Ficha: Monumental de Aguascalientes, Feria de San Marcos, Entrada: Media. Toros de La Soledad bien presentados pero desiguales de juego, Cesar Delgadillo, ovación, Víctor Mora, silencio, José Manuel Montes, Silencio, Roberto Galán, Ovación, Antonio Romero, Vuelta y Gerardo Adame, oreja.

Al final el matador Antonio Urrutia representante ejecutivo de la Asociación Nacional de Matadores  entrego la Oreja de Oro a Gerardo Adame.

Foto: Manolo Briones

Fuente: (suertematador.com)

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