Celebran la entrega 53 de los premios “Ariel”, máximo galardón a lo mejor del séptimo arte en México

favorita de los miembros de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, obtuvo nueve estatuillas en las categorías de Mejor Director, Película, Actor, Edición, Sonido, Diseño de arte, Maquillaje, Efectos especiales y Mejor coactuación masculina.

Luis Estrada dedicó su premio como Mejor Director a su esposa, sus hijos y a sus padres, y agradeció al equipo técnico y artístico que participó en la materialización de este proyecto.

“El cine es producto de muchas voluntades, de mucho esfuerzo en conjunto, cada engranaje es vital, por eso este premio se lo dedico también a todos mis compañeros”, afirmó Luis Estrada.

La ceremonia estuvo conducida a lo largo de la noche por Jesús Ochoa, quien durante la  velada invitó al público a imaginar la vida en nuestro país desde la perspectiva de la terminología cinematográfica, pasando por la edición, el sonido, las actuaciones, el guión e incluso las fiestas que se realizan en cada rodaje.

Este año el galardón a Mejor Actor fue para Damián Alcázar, por su sólida interpretación en la cinta El Infierno de el personaje de Benjamín.

Los Arieles de Oro de la noche fueron para la actriz Ana Ofelia Murguía y el director Jorge Fons, quienes recibieron la estatuilla de manos del actor Pedro Armendáriz.

Ana Ofelia Murguía agradeció  a la Academia por este reconocimiento por  sus casi cinco décadas de trayectoria en el cine nacional y rememoró a los directores con los que trabajó a la largo de las décadas, así como la emoción que le produjo ganar su primera estatuilla en los años setenta.

Por su parte, Jorge Fons dedicó el Ariel de oro a sus compañeros de generación, una pléyade de cineastas, dijo,  que luchó durante décadas contra la adversidad y contra las puertas cerradas.

“Fueron muchos años de entrega y esfuerzo, por ello quiero dedicar este galardón que me honra al cine que hizo cada uno de ellos y con el que contribuyeron a enriquecer nuestra cultura”.

Después de la entrega de los Arieles de Oro, Jesús Ochoa invitó a Fons, Murguía y Armendáriz a hacer un homenaje a los técnicos del cine nacional con la celebración de un “Sapo”, fiesta tradicional con tacos y cervezas que se realiza al terminar cada semana de rodaje durante el proceso de una película.

El Ariel a Mejor Actriz fue para Mónica del Carmen, protagonista de la cinta Año Bisiesto, del director egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica Michael Rowe, quien también obtuvo el galardón por Mejor Ópera Prima.

El realizador dedicó el premio a su hija, y en breve entrevista dijo que esta cinta es el resultado de una unión de visiones y voluntades de una nueva generación que mira en el cine de autor la llave para acceder a los cuestionamientos más profundos de la naturaleza humana.

Durante la ceremonia fue entregada  la Medalla Salvador Toscano al mérito cinematográfico, al crítico e investigador Jorge Ayala Blanco, autor de más de 30 libros donde analiza la historia y la evolución de la cinematografía Nacional e Internacional.

Visiblemente emocionado, Ayala Blanco celebró con los medios de comunicación presentes en el Palacio de Bellas Artes, su beneplácito de que este galardón se entregue este año alguien que como en su caso, no tiene una relación directa con la producción de cine, sino dedicado a investigar y reflexionar acerca del hecho cinematográfico.

En la parte musical, la ceremonia contó con la presencia de Susana Zabaleta, quien ofreció un homenaje al recientemente fallecido compositor Manuel Esperón, interpretando La mujer del puerto.

El Ariel para Mejor Largometraje Documental fue para La historia en la mirada, de José Ramón Mikelajáureguí, quien realizó este trabajo con la colaboración del editor y cineasta Hugo Mendoza para rescatar diversas escenas históricas de la Revolución Mexicana.

Los galardones para Mejor Fotografía y Mejor Música Original, fueron para Rodrigo Prieto, por Biutiful, y Alejandro Giacomán por Hidalgo, la historia jamás contada, respectivamente.

El Ariel a Mejor Guión Original fue recibido por la mancuerna de Diego Luna y Augusto Mendoza, quienes escribieron en conjunto la historia de Abel.

Augusto Mendoza, dijo que el proceso de trabajar con Luna fue muy estimulante, porque le otorgó la libertad para desentrañar las emociones de los personajes y a la vez contribuyó a enriquecerlos con diversas propuestas.

Los ganadores de las categorías de Mejores Efectos Visuales y Mejor Vestuario, fueron Alejandro Valle, por Las buenas hierbas, y Gilda Navarro y Adolfo Ramírez, por El atentado.

La actriz Ofelia Medina recibió también por Las buenas hierbas, el premio por Mejor coactuación femenina, mientras que la Mejor actuación revelación, fue para el niño Christopher Ruiz-Esparza, por Abel.

El equipo técnico y artístico de la cinta El Infierno que obtuvo premios durante la ceremonia, fue Joaquín Cosío como Mejor coactuación masculina, Alejandro Vázquez por Mejores efectos especiales, Roberto Ortiz por Mejor Maquillaje, Salvador parra y María José Pizarro por Mejor diseño de arte; Pablo Lach, Miguel Hernández, Miguel Molina y Santiago Núñez por Mejor Sonido y Mariana Rodríguez por Mejor Edición.

El Ariel a Mejor película iberoamericana fue otorgado este año a las cintas José Martí: el ojo del canario, de Cuba, dirigida por Fernando Pérez, y También la lluvia, de España, dirigida Iciar Bollaín y protagonizada por Gael García Bernal.

En el rubro de cortometraje en sus diversas categorías, fueron premiados Luna, de Raúl y Rafael Cárdenas, en Animación; Río Lerma, de Esteban Arrangoiz, en Documental y El último canto del pájaro Cú, de Alonso Ruiz Palacios, en Ficción.  

Carlos Carrera, director de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas lanzó un llamado a la comunidad cinematográfica para fortalecer esta institución y agradeció el apoyo del Consejo nacional para la Cultura y las Artes, y el Instituto Mexicano de Cinematografía por su respaldo.
HBL     

Fuente: (CONACULTA)

 

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