Embajadores culturales de 50 naciones observan el desarrollo y potencial de la zona arqueológica de Teotihuacan

amplio proyecto personal, cuya meta es unificar los criterios e intereses de todos los sectores productivos que inciden en esa zona arqueológica, una de las más grandes e importantes de este país y de Mesoamérica desde la época precolombina.  

Promueve la actividad cultural, artística, restaurantera, comercial, turística y, sobre todo, de conservación y difusión del patrimonio cultural de la zona. Ha logrado motivar a artesanos, restauranteros, hoteleros e investigadores de diversas instituciones educativas, quienes trabajan juntos.  

Durante una reunión celebrada en la zona, el arqueólogo dijo hoy que especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) trabajan para llegar a la meta de tener un trabajo coordinado de los sectores citados.  

Sin embargo, Ramos Cruz pondera dentro de su plan de trabajo ‘el trabajo de investigación científica para, a partir de ahí, unificar criterios’, y para lograr el objetivo, subrayó, realiza reuniones periódicas con representantes diplomáticos de diversas naciones del mundo a fin de manifestarles su proyecto.  

‘Los he traído para mostrar todo lo que tenemos en Teotihuacán, en busca de nuevas inversiones. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pone todo su empeño en la investigación, rescate, conservación y divulgación de nuestro patrimonio, pero hacen falta más inversiones’, dijo.  

Desde su posición de especialista en el tema, el entrevistado mencionó que procura organizar a la sociedad y a las instancias diplomáticas para que juntos den nuevo lustre a Teotihuacán, con la finalidad de que esa zona no decaiga, pues es rica en arte, cultura y como destino turístico.  

‘Debe haber una interrelación entre todos los prestadores de servicios y vendedores de productos para lograr un reparto equitativo de la riqueza que genera esta zona arqueológica; Teotihuacán no es sólo pirámides, tiene ex conventos, ex haciendas, áreas ecológicas, iglesias y una mina de obsidiana.  
‘Esa mina data de la época prehispánica, que debe ser declarada también un Patrimonio de la Humanidad por su importancia. De ahí se surten todos los artesanos de la zona que hacen réplicas para ser llevadas a México y al mundo, y los arqueólogos certificamos la fidelidad de esas obras de arte’, subrayó el especialista.  

Explicó que para lograr el objetivo, se deben unificar criterios, intereses y propósitos de dependencias oficiales como la Secretaría de Turismo, el INAH y las autoridades municipales de las localidades que rodean a la Zona Arqueológica, que es visitada a diario por turistas provenientes de múltiples naciones.  

Otro de los intereses que dijo tener al echar a andar este proyecto, que gesta desde hace unas dos décadas, es lograr que la población proteja su patrimonio. ‘Crear conciencia en ella en el sentido de que entre más proteja su hábitat, más turistas van a visitar esta zona’.  

San Martín, San Juan, San Sebastián y Santa María son algunas de las poblaciones que se podrían ver beneficiadas con la concertación del trabajo entre las diversas dependencias involucradas y la sociedad civil. ‘Las áreas pulqueras y los jardines botánicos prehispánicos los vamos a dar a conocer’.  

Destacó que la Secretaría de Turismo e INAH están plenamente conscientes de la impotencia de potenciar las posibilidades artísticas, culturales y comerciales de la zona y ahora, ‘toca a las embajadas de las naciones hermanas representadas en México llevar a sus ciudadanos la oferta que en ese terreno tiene este país’, terminó.

Fuente: (CONACULTA)

 

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