Feria Municipal del Libro de Guadalajara recordará al escritor jalisciense Agustín Yáñez

por la noche en la sede de la Presidencia Municipal de Guadalajara, en el marco de la 43 de la Feria Municipal del Libro y la Cultura, y es organizado por la Tertulia Literaria ‘Mariano Azuela’, según da cuenta un diario local.  

Nacido en el barrio del Santuario en Guadalajara, Jalisco, donde hizo sus estudios primarios y preparatorios, el narrador y ensayista mexicano se convirtió en figura clave en el desarrollo de la narrativa nacional.  

Realizó sus estudios de licenciatura en la Escuela de Jurisprudencia de Guadalajara y de maestría, en 1951, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, de donde egresó con la tesis “Don Justo Sierra: su vida, sus ideas y su obra”, la cual le valió la mención ‘cum laude’ por parte de sus sinodales Edmundo O’Gorman, Samuel Ramos y José Gaos, entre otros.  

Participó activamente en política y desempeñó importantes puestos públicos, entre ellos el de gobernador de Jalisco, entre 1953 y 1959; secretario de Educación Pública de 1964 a 1970 (este último cargo le permitió realizar valiosas reformas en el sistema educativo mexicano), y presidente de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (1977).  

Fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana y de El Colegio Nacional desde 1952, así como de la Academia Mexicana de la Lengua. Recibió el Premio Nacional de Letras en 1973.  

Considerado como un escritor de la corriente realista, se puede identificar fácilmente en su obra la amplia influencia de las vanguardias europeas de su época.  

A diferencia de los novelistas de la Revolución Mexicana, Yáñez relata los acontecimientos desde la distancia de una prosa ceñida y suntuosa, con intención estética. Su aspiración era lograr una síntesis de la historia mexicana. Más aún: la idea de la historia como eterno retorno.  

Su obra está integrada por novelas, cuentos, ensayos y crítica literaria. Entre sus libros más conocidos destacan: “Al filo del agua” (1947), “La tierra pródiga” (1960), “Las tierras flacas” (1962), “Ojerosa y pintada (1960), “Tres cuentos” (1964) y “Las vueltas del tiempo” (1975).  

“Al filo del agua” marcó un parteaguas en la literatura de México, pues incorporó novedosas técnicas narrativas y estilísticas de influencias europeas y estadounidenses de escritores como: William Faulkner, Franz Kakfa, Paul Claudel y James Joyce.  

Murió el 17 de enero de 1980 en la Ciudad de México, a causa de un enfisema pulmonar y una deficiencia cardiaca, cuando tenía 76 años. Su restos están sepultados en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores.

Fuente: (Notimex)

 

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