Decreto del reino. “No desmayes”

completar la tarea asignada. Nada de ello corresponde a los habitantes del nuestro reino.

Se te ha dicho por voces diferentes que tenéis todo lo necesario para cumplir  la labor que se te ha asignado de principio a fin. No puedes permitir conseguir algo parcialmente,  detenerte ¡no corresponde a nuestro reino!

Cuando has sido llamado, has sido ya equipado con lo necesario, todos los elementos, tiempos, visitas, enlaces, conexiones, y políticas a seguir, han sido integradas en la acción de la labor, y en la designación de la tarea a completar. Debes recurrir al baúl de los tesoros que te han sido entregados, y encontrarás los hábitos que deberás evitar.

“No desmayes” encontrarás el decreto, claramente y definidamente en el papiro que lo ilustra. Fortalécete en tu Rey y en el poder de su fuerza, he venido para que tengas vida y vida en abundancia.

Se ha encontrado a través de los caminos del reino, restos, y vestigios de tareas incompletas llenas de esta actitud, que han manchado el camino.
En las señales del camino se puede descansar, tomar un tiempo de reflexión, pero jamás desmayar, y menos quedarse en medio del camino por que se corre el riesgo de ser atropellado y su queja puede ser mayor.

El desmayo proviene de la sin-razón. De la duda absoluta ante el reto, con esa actitud lo que han hecho es desmayarse y abandonar el propósito con el que fueron llamados.

Te he llamado para mover montañas, ¡no desmayes! te he llamado para conquistar tu carácter, ¡no desmayes! te he llamado para caminar en seco, da el siguiente  paso y se abrirá el camino, ¡no desmayes!

La tolerancia a la mediocridad causa desmayos. Al no completar la tarea satisfactoriamente se convierte en otra carga, además, el cansancio por lo atrasado, va aumentando cada vez mas el peso de la tarea diaria, y lo va haciendo insostenible para continuar y solo producirá desmayos.

Cada dia camina hacia tu propósito, has lo que corresponde. No hagas mañana lo de ayer, ni tampoco pasado mañana lo de la próxima semana; evitando el compromiso de hoy.

No te detengas. Esta es la clave número dos que quiero declararte, continua con lo que corresponde hoy, hoy.

Deja la carga de ayer, podría pesarte y causar el desmayo.
Hoy empieza, háblame acerca de la claridad de la instrucción.

Aprende del cirquero, atiende el objeto que tiene para seguir con el otro sin perder el ritmo, continúa y le da lugar a cada cosa, su ánimo no desmaya y disfruta su labor.
Imitalo sin perder el ritmo en tu labor de cada día.

Has lo mejor en lo que te he encomendado.  Búscame para ayudarte con la instrucción designada,  saca la barca para navegar, no hagas promesas antes de empezar, no la llenes de carga antes de zarpar, aclara la trayectoria del camino que vas a recorrer ¿Cómo? ¿Cuándo? y con quien, viaja ligero, para que no desmayes.

Háblame para comentar el rumbo y dirección, no te alejes para que no sea el retorno un largo camino y motivo de cansancio. Llévame contigo, recuerda que estoy contigo y en ti, acércate a mí, estaré esperando tu mirada en el viaje, tu cariño en el camino y tu alegría en cada logro.

No hay razón de desmayar, descansa y continuemos. Estoy a tu lado.

Esto te hace saber el Rey.

elmensajedelrey@hotmail.com

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