La revista “Blanco Móvil” dirige una mirada retrospectiva a los últimos 25 años de creación artística en América Latina

mirar hacia las distintas creaciones por el cuarto de siglo que cumple la revista de arte y literatura dirigida por Eduardo Mosches.

En la editorial de su publicación llama a valorar la creación e ir hacia adelante uniendo las aspiraciones por una sociedad justa y la utopía creativa que detona las distintas búsquedas y lenguajes artísticos.

El periodista y escritor Hermann Bellinghausen traza un ensayo sobre “La escritura en lenguas mexicanas”, en el que hace un análisis sobre el movimiento de creación literaria en lenguas mexicanas emergido en los años ochenta del siglo XX.

Enmarca el trabajo de campo realizado por el periodista cultural y escritor Fernando Benítez para su extenso reportaje Los indios de México ( 1967-1980) acompañado del etnomicólogo Gordon Guasson, quienes conocen a María Sabina y descubren que con profunda sabiduría e inspiración componen cantos que son poemas al encontrarse con el hongo sagrado.

El ensayo refiere el movimiento de los lingüistas nacionales y extranjeros que en los ochenta inician un trabajo en  las regiones étnicas del país impulsando la recuperación de la tradición oral mediante la escritura y esto detona un verdadero entusiasmo en las comunidades por escribir en sus lenguas maternas y pone como ejemplos la Sierra Norte de Puebla, San Miguel Tzinacapan, Cuetzalan, Ixmiquilpan, Hidalgo, así como en Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Yucatán.

Éste se ve fortalecido en los siguientes 20 años con la llegada de las computadoras y la posibilidad de sistematizar la escritura en las diversas lenguas.

El uso del procesador personal permite el trabajo experimental para encontrar en aquellas lenguas las correspondencias fonéticas con la simbología escritural del alfabeto griego.

Herman Bellinghausen destaca la importancia que tuvo en esas décadas el trabajo del investigador, lingüista y escritor; el poeta Carlos Montemayor realizó un trabajo de acompañamiento y búsqueda con distintos grupos indígenas del país para recuperar la trascendencia de la creación en las distintas lenguas mexicanas, su poesía, sabiduría, conocimiento de la vida y de la naturaleza, y de sus experiencias que se han transmitido de generación en generación desde hace miles de años.

Carlos Montemayor escribió a principios de 1999: “Es necesario recordar que México es también el alma de esos idiomas […] Sé que esas culturas, esos pueblos, esos idiomas profundos y nítidos son los que mejor podrían decirnos ahora qué es México, que no hemos descubierto aún de nosotros mismos”.

En 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional dio a conocer a México y al mundo el pensamiento y la sintaxis tzeltal, tzotzil y tojolabal. Se descubre entonces una forma de concebir y de pensar el mundo distinta a la enseñada por la cultura occidental a través del español.

Muchos podrían estar o no de acuerdo con el método de la insurgencia zapatista pero todas las etnias de México se reconocieron en esa voz que por primera vez en el mundo moderno se hacía escuchar con  tal resonancia. Tan es así que en los diálogos de San Andrés Larráinzar (1995) acudieron representantes de 40 grupos indígenas de México.

Herman Bellinghausen cita al maestro y poeta mazateco Juan Gregorio Regino (una suerte, dice, de heredero de María Sabina), cuando escribe en Letras Indígenas No. 6, suplemento de la Dirección General de Culturas Populares de Conaculta en Ojarasca, julio-agosto de 1994: “El proceso de formación de los escritos indígenas contemporáneos no se da en las universidades ni tampoco es parte de un proyecto institucional indigenista, sino que es producto de los movimientos de resistencia, autodesarrollo y toma de conciencia. […]”

“Los escritores en lenguas indígenas han incorporado la escritura fonética a sus lenguas. Esta transición de la literatura indígena oral a formas escritas e impresas tiene una función comunicativa muy importante dentro de la sociedad. Una de las cualidades más relevantes de las escrituras indígenas es que posibilita la visión de lo propio. Existe  la necesidad de escribir y conocer la historia, las costumbres, las tradiciones desde la forma como los indígenas la conciben y no como comúnmente se ha dado: a través de la visión de otros.

“Para el escritor en lengua indígena, que a través del lenguaje escrito lucha por mantenerse vivo, las fuentes orales vigentes son su principal recurso expresivo, así como también lo son sus tradiciones, costumbres, cosmovisiones. De ahí surgen personajes, situaciones formas inverosímiles de interpretar la vida. Este conjunto de formas y contenidos es la base de la literatura indígena que se está dando a conocer en la actualidad.

“El renacimiento de la literatura indígena no es un fenómeno aislado del resto de los movimientos populares, está vinculado, estrechamente, con los sectores que demandan democracia, autonomía, autodeterminación y un espacio digno y representativo dentro del contexto nacional.”

Javier Contreras Villaseñor escribe una reflexión sobre la condición histórica y el momento actual de la danza en América Latina y especialmente en México en su artículo “De enunciaciones y política (apuntes sobre la danza escénica contemporánea mexicana)”.

La edición de Blanco Móvil incluye por primera vez el dossier “UAM en el Blanco” que es un espacio con el que la Universidad Autónoma Metropolitana estará presente en la revista. En este número se trata del poemario Nomen de Emiliano Álvarez, becario de la Fundación para las Letras Mexicanas en poesía.

Eduardo Milán (escritor y ensayista) hace una reflexión sobre la creación poética en América Latina en los últimos 25 años, donde anota que la poesía de los setenta y ochenta se escribió desde esa nostalgia por lo que no era, marcada por el sueño de la utopía, y señala que actualmente hay una transformación del lenguaje y de la estructura formal, considera que hay un abandono de la reflexión para volver a las poéticas estructurales de principios del siglo XX.

Por último Magali Tercero entrega el ensayo Proyecto Akaso: 26 pintores mexicanos en el que, basado en un proyecto de pintura mural, habla de la creación plástica en México en los últimos 25 años.
YUL

Fuente: (CONACULTA)

 

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