gran cantidad de piezas orquestales, corales, para danza, teatro y espectáculos interdisciplinarios. Sobre la obra, el autor señala que refleja “nuestra realidad histórica y nuestra realidad presente en un marco de esperanza y aliento siempre por un futuro mejor”.
El actual coordinador nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes refirió que el origen de la pieza se remonta hacia 2009, cuando el Sistema Nacional de Fomento Musical del Conaculta pidió a Eduardo Soto Millán que realizara una pieza coral para ser estrenada en el marco de las actividades de celebración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.
“Una obra con características específicas, entre ellas, la temática tenía que estar relacionada con estas celebraciones y que además fuera una obra para todos”.
A pesar de que originalmente esta pieza fue pensada para presentarse con un coro monumental, Soto Millán señala que también es una obra accesible para cualquier foro convencional de 20 o 30 integrantes. “Me hablaban de un coro de cientos de voces, entonces a partir de eso yo imaginé una obra que cumpliera con las necesidades de un coro de ese tamaño, tomando en cuenta que no necesariamente todos los integrantes serían altamente profesionales ya que ese gran coro estaría conformado por todos los Coros del Sistema Nacional de Fomento Musical del Conaculta, que son de distintos niveles.
“Me imaginé una obra que cumpliera con esto y que a futuro pudiera ser también una obra accesible para cualquier foro convencional de 30 integrantes o más”.
El título de la obra, señala el también presidente fundador de la Sociedad Mexicana de Música Nueva, lo retomó de una frase de José María Morelos y Pavón ya que “se refería a México como la América Mexicana, entonces con esto hago una referencia hacia los tiempos pretéritos de los inicios de la Independencia y la Revolución”.
La pieza, señala Soto Millán, está integrada por seis obras: Aire (que no tiene texto), Canción coterránea (texto de Soto Millán), Vemos la luz en un claro horizonte (texto del veracruzano Jorge Brash), Los atlantes (texto de Evodio Escalante), Sonido espiral (texto del poeta chiapaneco Roberto López Moreno) y El nuevo nahua (Evodio Escalante).
Si bien estas obras conforman una en su totalidad, al mismo tiempo “cada una de ellas tiene una independencia. Es decir, que pueden ser interpretadas en su conjunto o algunas de ellas y por ese motivo ya desde los títulos que tienen, inducen al escucha a cierta intención expresiva antes de enfrentarse auditivamente a la obra, señaló el también creador del Centro de Apoyo a la Música de Concierto de la Sociedad de Autores y Compositores de México.
El estreno de esta obra se llevará a cabo con la participación de un ensamble integrado por alrededor de 80 cantantes bajo la dirección de Alfredo Ibarra, con los Coros del Sistema Nacional de Fomento Musical (Coro Magisterial, Coro del Centro Morelense de las Artes y Coro Apeirón) cuya coordinación corre a cargo de Alejandro León, y se encargaran de reflejar la esencia de la obra del también programador musical en Radio Educación. “Me he concentrado exclusivamente en un trabajo creativo enfocado a ser un resultado exclusivamente musical y desde luego expresivo-temático”.
Un segundo concierto será el domingo 10 de abril a las 18:00 horas, en donde encontraremos una enorme sorpresa: “el tratamiento musical que deriva en un resultado de niveles distintos de la proyección del sonido, de la posición del sonido respecto del público que va a escuchar”, refirió Sito Millán.
LCL
Fuente: (CONACULTA)
