Miopía gubernamental

en días pasados el Presidente Calderón salió a declarar que a pesar de las condiciones económicas del país, la clase media se ha visto fortalecida e incluso ha crecido en números, basado en un estudio que realizaron y publicaron en la Revista NEXOS hace ya varios meses los investigadores y politólogos Luis Rubio y Luis de la Calle, agregando que para la obtención de dichos resultados han coadyuvado las políticas publicas instauradas en los últimos 10 años y la estabilidad de la macroeconomía en conjunto con las disciplina aplicada a ciertos rubros de las finanzas publicas.

Lo que de inmediato ha generado un sinnúmero de reacciones, obviamente porque no pueden tapar el sol con un dedo, además de que ni su gobierno ha sido tan atinado, mucho menos el de Fox, ni sus resultados son dignos de aplaudirse.

Además de que como comentábamos en la columna de la semana anterior, tributariamente continua siendo la clase media, la que paga mayores impuestos proporcionalmente a sus ingresos y mantiene en gran medida la recaudación de la hacienda publica, sin que se haya hecho esfuerzo alguno por ampliar la base de contribuyentes.

Por lo que los estudiosos del tema, han concluido en estos días, que la fortaleza de la clase media se debe principalmente al bono demográfico por el que esta atravesando en este momento nuestro país (nuevamente a pesar del gobierno), ese que con tanto bombo y platillo anuncian en este momento los comerciales del INEGI y que nos han dejado claro que en este momento la mayor parte de la población se encuentra entre los 16 y 30 años aproximadamente.

Siendo que lo grave de todo esto es que no se esta aprovechando en todas sus dimensiones dicho bono demográfico y las razones son muchas, en primer lugar la falta de políticas publicas (otra vez) que atiendan y capitalicen este fenómeno y en segundo lugar la falta de oportunidades que se ha convertido en una muestra de las fallas estructurales con las que cuenta sobre todo nuestro sistema político y que están afectando a los ámbitos económico y social.

Y como cereza del pastel viene el día de ayer el Secretario de Educación Federal, Alonso Lujambio a decir que la falta de oportunidades y la pobreza no son un pretexto para que los jóvenes elijan participar en las filas de la delincuencia organizada, si no que se trata de una opción moral. A lo que únicamente podemos responder que en efecto no se puede justificar dicho fenómeno, pero también debe hacerse algo al respecto, ya que no se piensa de la misma manera cuando no se tiene ni para comer que cuando se vive en la esfera de la burocracia dorada gubernamental, en donde lo que abunda es el derroche de dinero y las manifestaciones de corrupción que a diario se ventilan en los medios de comunicación.

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