Localizan el mural de Siqueiros “El Petróleo” o “Lo que el agua nos dio”, perdido durante décadas

comodato al Museo Soumaya para su restauración, la cual estará a cargo del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).

La pieza es un díptico que versa sobre los recursos naturales y con su localización será posible determinar la incógnita de la fecha exacta en que fue realizada, dado que el Cencropam la tiene registrada como una obra producida en 1966; sin embargo los especialistas consideran que data de 1959, ya que cuenta con un estilo figurativo que enfatiza la textura, muy similar al que el artista produjo antes de ser encarcelado en 1960. De momento se desconoce el estado de conservación del mural.

Entrevistada por Crónica, la experta en la obra del muralista, Guillermina Guadarrama Peña, dijo que esta pieza fue vista por última vez en la década de los años ochenta en el antiguo Hotel de México, y después se perdió su rastro, “por lo que será importante el acceso a la pieza para trazar nuevas líneas de investigación”, dijo al término de la presentación de su libro La ruta de Siqueiros. Etapas en su obra mural, estudio publicado por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidim) y Conaculta.

TRABAJO. Para la investigadora, Siqueiros no fue un retratista de la historia, sino un pintor de la tragedia, pero además un creador que innovó en su tiempo, “un experimentador constante y casi enfermizo que probó materiales nuevos a diferencia de quienes sólo se conformaron con el fresco”, destacó.

En La ruta de Siqueiros. Etapas en su obra mural, Guillermina Guadarrama  traza el camino de su producción mural, concentrando el listado más completo de su obra, acompañada de sus características y estado de conservación. En este sentido aseguró que la mayor parte de los murales de Siqueiros tienen un nivel aceptable de conservación, salvo de uno que produjo en 1972.

Se trata del mural Paisaje de Copiapó, el último que pintó formalmente y que es poco conocido. La pieza, reconoció, se encuentra en el olvido y se ubica en la escuela Copiapó de la Unidad Habitacional Vicente Guerrero de la delegación Iztapalapa.

“Esta obra se está cayendo porque es muy poco conocida y está en total abandono”, aseguró, “por lo que sería cuestión de hablar con Cencropam para que no la olviden”, apuntó.

El mural fue inaugurado por Luis Echeverría durante la visita del presidente chileno Salvador Allende, “pero no es siquiera conocido por la gente que vive cerca al lugar, no tienen la menor idea que se trata de un mural de Siqueiros”, explicó.

SUS SENTIMIENTOS. Uno de los aspectos que Guillermina Guadarrama destacó sobre Siqueiros es que su obra va muy ligada a su militancia. Aunque al final de su vida ya no se expresó tanto, dijo, como por ejemplo durante 1968 con la matanza de Tlatelolco, “ya que no encontré carta o escrito alguno de él sobre este tema, aunque supongo que debe haber algún documento perdido en algún lugar”, explicó.

Además, señaló que para los iniciados en la obra de Siqueiros es importante no perder de vista algo importante: no se trata de un pintor de historia de la Revolución.

“Eso es interesante. No es un Orozco que critique la Revolución, aunque sí podemos asegurar que Cuauhtémoc su héroe. En Chile pintó un Cuauhtémoc liberador y vencedor con una pincelada fuerte, pese a que en 1951, en el Palacio de Bellas Artes, plasmó un Cuauhtémoc simbólico y con menos fuerza, más emblematizando donde resalta que los débiles utilizan las armas de los fuertes para vencer”, detalló.

Finalmente, la experta se refirió a la faceta menos comprendida y abordada de David Alfaro Siqueiros. “En este libro me faltó espacio para hablar del pintor que refleja sus sentimientos, angustias y dolores en su obra, pero hace falta rescatar esa parte del artista”.

Y consideró que también es necesario hacer una revisión de sus documentos y teorías, de sus artículos críticos y de su postura. “Se tendría que hacer un análisis de sus textos para saber qué nos estaba diciendo desde sus discursos porque Siqueiros no sólo escribió sobre política, sino que también abordó otros temas como la fotografía y el cine, temas por los que sintió un profundo interés”, apuntó.

Fuente: (cronica.com.mx)

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