Presentación del libro “Los últimos dioses” cerró las celebraciones del “Día Internacional de la Lengua Materna”

español que fue finalista del Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas 2008 y aborda el mundo de seres míticos y místicos, diablos, dioses y espíritus. Habla de la reelaboración de santos, de dioses antiguos, naguales, animales y símbolos de la tradición oral y cosmovisión de distintas comunidades de Chiapas y Tabasco.

“(…) Se enteró en la iglesia de que el demonio no se podía someter, que no tenía muerte. No había en su cabeza un lugar para esa idea, pues acostumbraba enfrentarse con él, con naguales y espíritus malignos. Dedicado a penetrar la fortaleza de los dioses, conocía muy bien sus cualidades desde que aprendió a visitar las cuevas, sabía, en fin, dar buen uso a la palabra, y que no se podía dominar al demonio. Pero él lo hacía cada vez que era necesario, cuando un enfermo agonizaba. Por eso se rió de los hombres que dijeron vencerlo, así nada más, sin conjuros…”

Así se continúa el primero de los seis cuentos que conforman el volumen bilingüe, Un demonio invencible, en el que cuatro muchachos buscan acabar con el diablo, pero sólo la sabiduría ancestral de un anciano es la única que conoce el poder de los demonios y de los dioses.

Los últimos dioses, una publicación de la Dirección General de Culturas Populares del Conaculta, explora distintas aristas de lo sobrenatural, de los demonios, de la muerte, de aquello que no se comprende con la razón, que permanece en la oscuridad y que siempre estará mezclado con las creencias y la realidad.

Provenientes de la sabiduría de viejos conversadores, en estos cuentos los dioses no viven en el cielo sino a ras de tierra; quieren veneración y si no la reciben castigan con hambre, ausencia de lluvias, tierras improductivas.

Las historias de este libro se ubican en una temporalidad brumosa, lejana, legendaria y usan como estrategia narrativa el recuerdo.

El autor muestra las contradicciones entre mestizos y tseltales: los unos, kaxlanes, dueños de tierras y haciendas; los otros, los habitantes originarios, los hombres verdaderos; unos mandan y otros obedecen.

Marceal Méndez (1979), nació en Petalcingo, Chiapas. Ha publicado K’opti’il yu’un woje sok yo’tik/ Memorias de ayer y hoy (compilación de tradición oral) y cuentos, entre los que destacan Jsujtestik ta bak’ tujk’ te lume/, Convertiremos la tierra en pólvora, Swokolijel jtul j-ak’ chamel/, Suplicio de un brujo, entre otros. Ha sido becario del Fonca, en la disciplina de Letras en Lenguas Indígenas (2006-2007 y 2009-2010).

Fuente: (CONACULTA)

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