Matrimonio vs. crisis

divorcios; en  2003 la cifra aumentó a 11 divorcios;  2007 pasó a  13 divorcios por cada 100 matrimonios y en 2008 llegó a 13.9 separaciones por cada enlace civil.
Las entidades donde es más frecuente el divorcio son: Baja California con 32 divorcios por cada 100 matrimonios y Chihuahua con 31 divorcios por cada 100 matrimonios.
Del otro lado, las entidades con menores índices de divorcios son: Oaxaca con 2 divorcios por cada 100 matrimonios; Guerrero 5 divorcios por cada 100 matrimonios; e Hidalgo con 7 divorcios por cada 100 matrimonios.
Las edades promedio para la disolución del vínculo legal son de mujeres con 35 años de edad y varones con 37; en cuanto a aspectos socioeconómicos es interesante que al momento de divorciarse  81% de los hombres contaban con empleo y  52% de las mujeres con alguna forma de  ingreso, de acuerdo con datos de 2007.
A COLACIÓN
Existen una amplia gama de factores para que una persona decida divorciarse, muchas veces se conjugan  así pesan hechos fuertes como la infidelidad, alcoholismo, golpes, maltrato psicológico, violencia verbal, bisexualidad, drogadicción hasta otros que hacen difícil la convivencia con el malhumor, roncar, ausencia constante del hogar, falta de acercamiento físico, surgimiento de enfermedades y padecimientos malignos; etc.
Desde luego se prueba la fortaleza de la unión cuando uno de los dos cónyuges enferma sucede con el mismo efecto cuando uno de los dos falta a su compromiso de proveer el ingreso,  principalmente con el varón.
Cuando a la economía le va mal muchas familias pasan por una prueba de fuego más aguda en la medida en que alguno de los cónyuges es desempleado o bien si ambos lo están.
Los problemas suelen ser más abruptos cuando de por medio hay que pagar colegiaturas, tarjeta de crédito, crédito automotriz e hipoteca.
Actualmente  las hipotecas son concedidas tomando en cuenta tanto el ingreso del esposo, como de la esposa, uno queda de aval del otro y viceversa, las instituciones financieras quieren asegurar su mensualidad.
No es nada fácil mostrar fortaleza en momentos de desafío económico, de hecho los psicólogos reconocen el estrés emocional derivado de una montaña de problemas económicos y la utilización de puertas falsas como el suicidio y homicidio.
¿Quiénes se afectan más en una situación de crisis económica? La mayor vulnerabilidad está en grupos de parejas en zonas urbanas ubicadas como focos de industrias y maquiladoras. Chihuahua es quizá el mejor ejemplo.
En tanto que parejas en zonas semiurbanas y rurales casi siempre viven con los padres de él o de ella, logran construir un cuarto adicional, trabajan en el campo, la siembra o ponen una tienda de abarrotes y van subsistiendo.
Las parejas en la medida en que más involucradas están con distintas actividades económicas y detentan mayores compromisos de endeudamiento y pagos por cubrir para el sustento y mantenimiento de la familia son entonces víctimas de mayor estrés. Sin empleo la angustia es total, ¿cómo hacer frente a todos los compromisos mensuales de pago de deudas? ¿Cómo cubrir además el sustento de la familia?
GALIMATÍAS
¿Qué hacer? Ante todo las parejas deben hablar sus problemas y buscar soluciones de forma conjunta, quizá incluyendo a los respectivos padres para obtener el mejor de los consejos.
En caso de atravesar por estrés económico derivado de la propia situación actual, entender que no está en manos de ninguno de los dos parar la crisis pero si coadyuvar a aminorar sus efectos negativos en la medida en que adopten medidas para optimizar los gastos personales y familiares. Conservar los mínimos en tanto vuelven a lograr un ingreso mensual sostenido.
Si alguno de los dos miembros de la pareja queda desempleado es menester que ambos con libreta y pluma en mano realicen cuentas de sus gastos mensuales en promedio; determinar cuáles son sus gastos fijos (agua, luz, gas, alquiler, hipoteca, pago de tarjeta de crédito, colegiaturas, otras deudas) y sus gastos variables.
Un consejo es comenzar recortando gastos variables reduciéndolos a un nivel razonable para ambos y la familia.
Por ejemplo, aminorar salidas, comprar productos marca libre en las tiendas departamentales, no comprar ropa, ni calzado, reciclar y reutilizar en el hogar, comprar alimentos de temporada, aprovechar sobras, hacer conservas; utilizar menos el vehículo, incluso si tienen dos vehículos pensar en vender uno para con ello pagar completamente la deuda de la o las tarjetas.
Es preferible deshacerse de un coche que en tres meses dejar de pagar la tarjeta o las tarjetas de crédito porque con un solo ingreso no podrán hacer frente a todos los compromisos, recordar que las tasas de interés por moratoria son altísimas y los bancos con abogados de por medio harán todo por cobrar una deuda en aumento por los intereses de los intereses.
También es aconsejable apoyarse con los padres, buscar una forma de encontrar algún respiro, ver viejos amigos para saber si saben de algún empleo disponible; llevar el curriculum a oficinas públicas, anotarse en portales por Internet de búsqueda de empleo; conocer qué sectores están pasando mejor la crisis para dirigir sus esfuerzos a ellos y no intentar colocarse precisamente en aquellos donde más ha golpeado la crisis.
Algo fundamental: tratar de negociar con los acreedores, decirles que se han quedado sin trabajo que desean encontrar una forma, por unos meses, de reducir el pago por su deuda mensual, la disposición es muy valorada sobre todo si se hace a tiempo.
Asimismo recordar que siempre pueden echar mano de un porcentaje de su ahorro para el retiro acumulado en la Afore elegida, que para recibirlo tienen  que solicitarlo previamente en su Afore tras demostrar la hoja de desempleo según conste en el IMSS.
Y un consejo adicional: como pareja, tratar de salir avante juntos, demostrar la disposición “en las buenas y en las malas”.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

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