Sobrevivir con 6 mil pesos

percepciones: las estadísticas con un reflejo en sus  números de lo bien que vamos “y que no mienten”; y después, la que nosotros procesamos con cierto nivel de exigencia que nos imposibilita a aceptar lo que dicen los números.
Entre lo  uno y lo otro, lo estadístico y la realidad, hay mucho descontento esencialmente en la clase media acaso el estrato más golpeado, con menos pivotes de escape social y con mayores sacrificios económicos.
Sin embargo, la afirmación de que en México familias con 6 mil pesos mensuales de ingreso pueden vivir y pagar su crédito hipotecario, crédito automotriz y hasta mandar a sus hijos a un colegio privado me parece es un insulto a nuestra inteligencia y sano juicio.
Aunque Cordero finamente se desdijo en su cuenta de twitter, ¿cómo puede en México una familia tener tal supuesta holgura con 491.80 dólares o 361.44 euros al mes?
No hay manera con dicha cantidad pagar una hipoteca, crédito automotriz, ni mandar al o los hijos al colegio privado, si el secretario Cordero quiso añadir este último componente para revertir las críticas de elitista por la deducibilidad de las colegiaturas, utilizó el peor de los ejemplos.
Por supuesto yo estoy a favor de la deducibilidad de las colegiaturas cuyos beneficios veremos hasta la próxima declaración anual en 2012, pero de eso a afirmar que toda la clase media  nos beneficiáremos es absurdo porque también al interior de ésta hay diversos rangos y los de 6 mil pesos se encuentran en el fondo muy apunto de caer en cualquiera de las expresiones de la pobreza.
Por otro lado, si el secretario Cordero pretendió justificar los empleos temporales creados al vapor en los últimos cuatro años con sueldos promedio de entre 4 mil 500 a 5 mil pesos, tampoco es certero su comentario.
La mayor parte de estos sueldos son pagados a jóvenes egresados de las universidades, escuelas técnicas o bien con carreras truncadas, muchos toman este tipo de contratos dado que es lo único disponible en el mercado laboral.
Con tal nivel de salario, se retrasa su emancipación, la mayor parte viven con sus padres y por ello no pagan alquileres, ni hipotecas, acaso tramitaron su primera tarjeta de crédito  y con muchos sacrificios algún financiamiento automotriz, pero también, ayudados por sus padres.
A COLACIÓN
Si los salarios mensuales de 6 mil pesos rindieran tanto como señala el secretario Cordero tendríamos entonces una clase media mucho más fuerte aspecto que repercutiría en mejores niveles de ahorro privado; una demanda interna estable y constante; habría mayor capacidad para el ahorro voluntario en las Afores.
En contrasentido no habría razón para seguir ampliando las actividades de la economía  informal de la que  mucha gente de la clase media complementa su ingreso.     Tampoco habría tal nivel de evasión fiscal y la recaudación sería más cuantiosa.
Yo creo señor secretario Cordero que no hay persona, ni familia complacidas con 6 mil pesos. Ni siquiera las empleadas domésticas se conforman y eso que sus hijos van a  escuelas públicas, no tienen vehículos y la mayoría ahorran en tandas, no le deben nada al banco, pero muy difícilmente llegarían a final de mes con una cantidad menor.
Cómo se nota que desconoce lo caro que está el pago de los servicios de agua, luz y gas. Don Ernesto pregunte a su chófer con cuánto llena el tanque de gasolina de su automóvil con los vales que le proporciona Hacienda.
GALIMATÍAS
En México estamos retrocediendo en la calidad de los funcionarios públicos y de los profesionistas que pasan a nivel Ejecutivo a cualquiera de las carteras que el presidente asigna.
Hay tal nivel de improvisación que socialmente estamos pagando por tener en puestos de poder a gente preparada pero sin ningún talento para desempeñar su cargo, carentes de todo sentido social.
Me encantaría que se  le diera una lección al secretario Cordero, ¿por qué no bajarle el sueldo hasta 6 mil pesos mensuales netos de aquí al resto del año? Así para diciembre nos podrá relatar en rueda de prensa las maravillas que realizó con este sueldo.
Por lo pronto, los precios de los alimentos perfilan a un mes de marzo con mayores presiones, tal y como lo anticipamos, si el Gobierno Federal no actúa ipso facto para importar 4 millones de toneladas de maíz blanco seguirá el descontrol en la tortilla.
En varios lugares el kilogramo de tortilla escaló a un dólar lo que implica más hambre en México, mayor presión para los pobres sobrevivientes del dólar o con  menos de eso al día.
Tampoco la Secretaría de Agricultura tiene un plan de acción concreta y sucede  lo mismo que con el secretario Cordero, no conocen la realidad.
Hace unos días atrás recibimos a esta columna una serie de comunicados de prensa y aclaraciones por parte del titular de la Sagarpa, Francisco Mayorga Castañeda, para subrayar que “sí están operando para evitar una crisis alimentaría en México y el golpe del incremento de los precios de muchos insumos básicos”.
Nuevamente conminamos desde esta tribuna a más hechos y menos aclaraciones porque ni como economista, ni como ama de casa, observo en mi compra cotidiana en el supermercado o en  el mercado sobreruedas que Sagarpa esté interviniendo para frenar la especulación malsana.
Repito tienen que cubrir los cupos de maíz aunque sea importándolos ante la emergencia de Sinaloa, no pueden dejar esto en las manos de la naturaleza, ni en los reajustes de oferta y demanda en el mercado porque somos un país con un grueso de pobres muy preocupante. Salvo que nuestros funcionarios pretendan proveer los pretextos para  que en unos meses esto se convierta en otro Egipto.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

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