Blindados llegan a clase media

The Texas Armoring Group informó que en los últimos cinco años incrementó 400% el número de pedidos de blindajes en México.
Como se trata de un mercado en expansión diversas automotrices están apostando por líneas en serie de autos blindados como la fabricada por BMW con el modelo BMW X5 Security con una serie de características de alta gama de protección especialmente con cristales de láminas de vidrio con un espesor de 21 milímetros.
La búsqueda de alternativas para repeler secuestros, asaltos con violencia, crímenes y ajustes de cuentas están influyendo en determinado tipo de persona con nivel económico alto (bien porque es funcionario muy bien remunerado o empresario) para tomar la decisión de blindar uno o varios de sus vehículos tanto de uso personal como familiar.
Como el negocio va proliferando, las empresas que conforman el sector decidieron autorregularse bajo la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) cuyos servicios pueden consultarse en: http://www.amba.com.mx.
Además del blindaje, la AMBA ofrece a sus clientes una nueva herramienta de defensa y protección muy al estilo de Batman y su batimóvil o hasta del mismísimo espía inglés James Bond, prácticamente de la ciencia ficción a la realidad: se trata del SAS-1 sprayer automobile system un dispositivo de seguridad para automóviles y camiones “que al usuario le permitirá lanzar simultáneamente disparos de la potente fórmula de Miniguard, a través de 4 boquillas instaladas de manera discreta en cada una de las salpicaderas del vehículo, emitiendo nubes de spray de defensa personal hacia él o los atacantes, lográndolos disuadir de manera contundente e inmediata”.
La AMBA aclara que este sistema puede funcionar tanto si el vehículo se encuentra en alto total o bien circula a toda velocidad.
Esta novedad antidefensa no es la única opción cada vez surgen nuevos dispositivos y tecnologías para adaptarse a la protección personal. Lo que si cabe subrayar es que las personas que decidan adquirir alguna  deben cerciorarse primeramente de la calidad de las empresas instaladoras o blindadoras. Como en todo  hay charlatanes.
A COLACIÓN
A finales de los ochenta en diversas colonias en la ciudad de México identificadas de residencias de clase media y llamada “alta”, las personas pusieron alambrado en las bardas de sus casas; las que pudieron pagaron por una reja eléctrica con alarma, compraron perros, contrataron vigilantes externos, luego instalaron casetas de policía en la entrada-salida de las calles; más adelante  barras de acceso para entrar; y luego definitivamente cerraron con rejas estilo zoológico.
El miedo a la inseguridad moviliza al ciudadano para tratar de defenderse en la medida de sus posibilidades. No se diga en la actualidad donde la protección extiende más allá del hogar, vehículo llegando a la ropa.
Es una lástima la falta de estudios para identificar cuánto gastábamos per cápita hace veinte o diez años en seguridad y cuánto en la actualidad, el parámetro permitiría conocer en qué forma este tipo de gastos ganaron terreno sobre de nuestros intereses personales y  en nuestro bolsillo.
También aquí se desnuda la brecha entre aquéllos que pueden comprar equipos, accesorios, coches blindados e inclusive armas de los que no tienen forma de hacerlo.
De alguna forma debemos ser más precavidos y reactivos, pero urge que las  autoridades restablezcan el orden público, recuperen el orden institucional y la garantía del Estado en general.
Por que después de las rejas en las colonias,  coches blindados y ropa blindada falta cargar con un arma en el bolso y tener en casa un arsenal bélico para cuidar a la familia. Vamos, en verdad, me preocupa hasta dónde podamos llegar.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Por otro lado, si bien la AMBA no cuenta con una regulación por parte de las autoridades, las empresas blindadoras decidieron agruparse en una asociación con la finalidad de fomentar la autorregulación; decirle al cliente que hay seriedad y garantizar la calidad del servicio con un sello único, un distintivo de garantía.
Sin embargo, consideramos que organismos como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) deben seguir atentos la expansión de dicha industria, estudiarla, acercarse a dialogar con los consumidores que deciden blindar su vehículo a fin de evaluar si el cliente potencial, antes de pagar el servicio, cuenta con la información pertinente y recibirá por aquello que está pagando.
Hay muchas cosas que los clientes potenciales deben conocer por ejemplo los distintos niveles de blindaje. Para efectos de la columna los resumimos desde el nivel A (2) para una pistola; el B (3) para una mágnum expansiva; el C (4) plus para un rifle; D (5) rifle semiencamisado; y el E (6) el máximo al que se puede aspirar.
A estas anotaciones, explicar costos, garantía, terminado, tiempo de demora y la obligatoriedad en el mantenimiento anual. Señalar que los blindajes de menor protección utilizan policarbonato y el acero en los de mayor con un consecuente impacto en el peso del vehículo.
Hay otras minuciosas como el descenso de los cristales, la maniobrabilidad reducida en el vehículo, etc.
Algo muy interesante es que poco a poco va surgiendo un mercado de seminuevos o usados blindados abriendo la posibilidad de acceder a cierto sector de la clase media.
También aquí las autoridades tienen que prestar atención acerca de la calidad de los vehículos seminuevos y usados blindados, sobre todo porque lo que está en juego es la seguridad de sus ocupantes.
Si realizamos una búsqueda por Internet o en los clasificados de los periódicos podemos encontrar ofertas de blindados tales como: BMW año 2001, con nivel de blindaje III, por 38 mil dólares;  Lincoln año 1999 Navigator blindaje V por 28 mil dólares; o un Nissan modelo Máxima 2005 blindaje III por 570 mil dólares; entre otros.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

Leave a Reply