El Abierto Mexicano de Acapulco

nivel mundial, este torneo se ha ido consolidando y cada vez es más reconocido por su calidad y su organización.

Esta será la 18ª edición y tendrá la participación de jugadores de la talla de David Ferrer, Fernando Verdasco y Nicolas Almagro, así como el irreverente Gael Monfils de Francia y Juan Ignacio Chela y David Nalbandial de Argentina. Por las mujeres jugarán Julia Georges de Alemania, Carla Suárez de España y Gisela Durko de Argentina, entre los mejores sembrados.

Cabe destacar que en la lista de campeones de este torneo figuran tenistas como Gustavo Kurten (2001), Carlos Moyá (2002), Thomas Muster (1996) y el propio Rafael Nadal (2005). Por las damas, Venus Williams se ha llevado el torneo en las dos últimas ediciones (2009-2010), aunque en esta ocasión no participará.

El Abierto Mexicano de Tenis tiene sus antecedentes allá por  el año de 1976, cuando se organizó por primera vez un torneo que tenía las intenciones de ser internacional pero no tuvo ni el nivel de organización ni la trascendencia que se esperaba, dejándose de realizar en 1982 con más pena que gloria.

Pasaron 11 años hasta que se conformó un comité organizador que se dedicó a la promoción, busca de patrocinadores y a la logística del evento, cosa que permitió poner en marcha nuevamente el proyecto del Abierto Mexicano de Tenis.

De 1993 al año 2000, este torneo se realizó en la Ciudad de México, pero desgraciadamente no había la infraestructura necesaria para que pudiera crecer, así que los organizadores y patrocinadores decidieron crear un estadio en Acapulco y de esa manera se trasladó al hermoso puerto del Pacífico mexicano.

Desde el inicio del nuevo milenio, Acapulco se convirtió en el referente del tenis mexicano por la celebración de este torneo. Cada vez se hacía más promoción y sobre todo, las bolsas aumentaron por lo que los tenistas mejor ranqueados de la ATP se fijaron en el Abierto Mexicano. En la actualidad, forma parte de la serie de torneos ATP World Tour 500 que tienen un nivel de importancia en tercer grado después de los Grand Slam y los Master series.

Por todo lo anterior, ahora ya es un torneo consolidado a nivel mundial, que ofrece muchos atractivos a los visitantes y a los participantes, pero desgraciadamente también es un parámetro para saber cuál es la realidad del tenis mexicano. Y es que no ha habido grandes triunfos de tenistas mexicanos, y los pocos que participan (ahora serán siete) quedan eliminados en las primeras rondas.

Pero más allá de lo estrictamente deportivo, la realización de este evento es un mensaje al mundo de que las cosas acá todavía se pueden realizar. Acapulco es uno de los lugares que más ha sufrido hechos violentos en este 2011 y esto ha repercutido en el turismo y en la imagen del lugar, por lo que un evento de clase mundial, con los personajes que asisten y con la trascendencia que tiene, puede ser el trampolín que impulse nuevamente la economía del lugar y de sus habitantes.

Ojala que todo salga bien, que sea una fiesta y que podamos ver grandes partidos de tenis, por el bien de todos. Y en las canchas ojalá que algún mexicano pueda lograr la hazaña que hizo Melisa Torres en el 2007 cuando llegó hasta los cuartos del final, cosa que ningún jugador local ha podido lograr en ninguna de las 18 ediciones que se han realizado del Abierto Mexicano de Tenis.

Redacción Azteca 21

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