Sarkozy de Arco

815 millones de pesos, más de la mitad corresponden a gastos realizados por dependencias oficiales y empresas privadas.
Como si los tiempos y lo maltrecho de nuestro Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) estuvieran para tirar el dinero con tantas necesidades sociales por atender.
¡Vaya desperdicio constante de recursos en el país! Primero sobra dinero en las Secretarías de Estado por los famosos subejercicios; después,  lo que se gasta se aplica mal, tenemos como ejemplo el Año del Bicentenario con obras, actos y actividades cotizados a precios carísimos. Hubo un despilfarro injustificable.
Ahora se afecta el pensamiento, obra,  pintura, conocimiento y  arte en general que serían expuestos a lo largo de 2011 por una amplia diversidad de mexicanos durante su participación en Francia.
¿Qué pasó? ¿Por qué el presidente Nicolás Sarkozy está tan enojado con el caso de su compatriota Cassez?
Recordemos primeramente  en marzo de 2009, el presidente francés visitó México en un encuentro con su homólogo Felipe Calderón en el que trascendió el tema jurídico de Cassez; prevaleció la insistencia de Sarkozy en pro de  la extradición de la secuestradora a su país.
Durante las reuniones, se dijo a la prensa, México logró importantes acuerdos de inversión, promoción turística e intercambio cultural. Lo que nunca fue ventilado es qué ofreció a cambio el presidente Calderón por el Año de México en Francia justo en 2011 coincidiendo con la decisión del Tribunal acerca de la resolución del amparo presentado por la defensa de la delincuente francesa.
Definitivamente me queda muy claro que algo ofreció Presidencia por el  enorme esfuerzo de realizar día por día, durante todo 2011,  festejos dedicados a México en París y diversas ciudades francesas. Vamos, esto no se organiza de la noche a la mañana, por lo menos todo el año pasado fue dedicado a poner en sintonía agendas bilaterales, abrir espacios, tener el respaldo del gobierno francés para que México estuviera presente en sus foros culturales, hasta en el mismo corazón de las Galerías Lafayette, unas tiendas departamentales de las más visitadas del mundo, donde una larga fila de turistas chinos y japoneses sobresalen para comprar artículos de Louis Vuittton.
Sarkozy está irritado, posiblemente él esperaba que a cambio del gesto del Año de México, Cassez en su sentencia de hace unos días lograría  su extradición a cárceles francesas.
Me parece que bien haría el Senado de la República en citar al presidente Calderón para preguntarle qué se ofreció a cambio de tan magnos festejos; indagar hasta dónde hubo compromisos adquiridos alrededor del caso Cassez.
Con las relaciones bilaterales de intercambio diplomático, cultural y económico  tensadas bien vale la pena hurgar un poquito más, hasta el momento el presidente Calderón ha dejado todo en manos de la canciller Patricia Espinosa y lo mal que lo está pasando el embajador Carlos de Icaza.
Dentro de todo, lo que no podemos obviar es que el presidente Sarkozy se siente émulo de Juana de Arco con actitud sobrada de prepotencia pretende pasar por encima de las leyes y soberanías de los países, sobre todo de los llamados subdesarrollados o del tercer mundo.
Todavía recuerdo el impacto mediático en toda Europa cuando al poco tiempo de asumir la Presidencia el inquilino del Palacio del Elíseo salió al rescate de un grupo de activistas francesas presas en Nigeria por un asunto de secuestro de niños huérfanos que eran colocados en distintas familias en Francia.
Sarkozy terminó con una victoria a su favor al sacarlas en un avión, regresarlas a su territorio y liberarlas. Después siguió con el caso de Ingrid Betancourt, la ex candidata a la Presidencia de Colombia con nacionalidad colombiana y francesa, Sarkozy también metió  las narices.
Con el caso Cassez, el presidente de Francia pretende lo mismo como si fuéramos Nigeria nos subsume a los peores niveles de corrupción, ignorancia y con un Estado de Derecho de pacotilla. Valiente fama ganada a pulso de una mala publicidad y también de muchos errores por nuestra parte.
Aunque con cierta sinceridad debo señalar que me remuevo de envidia por los ciudadanos franceses como por los estadounidenses cuando se afirma que el Estado no dejará desprotegidos a ninguno de sus ciudadanos donde quiera que éstos se encuentren.
Además sin importar la gravedad de los hechos que los acompañen, imagino que si Francia fuera vecino de Estados Unidos seguramente hubiera sucedido una invasión.
O las constantes tensiones que tendría México por reclamarle a la justicia estadounidense los cientos de casos de connacionales pasados por la sala de la muerte  carentes de una investigación y  juicio justo.
Me encantaría tener el respaldo de mi país sentirme una ciudadana de primera, acaso es lo único que envidio de los estadounidenses  y franceses, porque cuando se vive en el extranjero el mexicano se las arregla como puede, vive en la  orfandad del apoyo de su país natal.
A COLACIÓN
La Embajada de México en Francia debe estar muy atenta de cuánto pase con la comunidad de mexicanos por allá, evitar casos de hostigamiento, repercusiones de otra índole en compatriotas que no tienen por qué pagar por las tensiones bilaterales, ni mucho menos por los hechos de una secuestradora.
Para evitar una escalada diplomática que arriesgue el retiro del embajador de Icaza, el presidente Calderón debe llamarle al presidente Sarkozy a fin de reducir la tensión. Porque quién  nada debe nada teme, ¿verdad presidente Calderón? O insisto ¿hubo alguna promesa que desconozcamos y cuyo incumplimiento tengamos que pagar los mexicanos?
Hay quienes alrededor del grupo del presidente francés llaman a boicotear a México en forma de “no visitarlo, no comprar productos mexicanos, no visitar restaurantes mexicanos en Francia”. No puede permitirse semejante daño.
P.D. Encuéntrenme en Facebook. Les invito a que opinen del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

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