Sergio Zepeda Castañeda, un tapatío enamorado de Guadalajara, presentará su libro “De mis hojas sueltas”

recuerdos son sólo hojas sueltas, por eso ha llamado así a su último libro que se presentará este miércoles a las 20:30 horas en el salón Elías Nandino del Ex Convento del Carmen.

Pero lo que Zepeda Castañeda tiene que decir esa noche es apenas un bosquejo de lo que acá cuenta. “De mis hojas sueltas es un libro de relatos, es una charla de café sobre esa Guadalajara que me tocó conocer, con sus personajes y sus historias. Son pequeños fragmentos de lo que soy y al final de lo que es también la demás gente”.

El artista plástico está a punto de cumplir 50 años de carrera y prepara un catálogo de su obra para el siguiente año, saca los recuerdos que ha escrito en ese libro para compartirlos: “La casi totalidad de mi vida se ha desarrollado en esta ciudad, ella constituye el eje central de innumerables acontecimientos y vivencias, la encontré de niño, pequeña y tranquila y he crecido en ella y con ella, la siento mía porque es mucho, lo es. He sembrado y cosechado en sus tierras, y en ella hemos enterrado a nuestros seres más queridos y cercanos, por lo que es mucho más que el lugar en que nacimos, es nuestro continente y nuestro medio, nuestro entorno y placenta”.

En uno de los relatos, Zepeda cuenta el día que, sin saber, conoció a Plácido Domingo estando de comparsa en una puesta en escena en el Teatro Degollado; en otro la plática se extiende sobre cómo se destruye Guadalajara para darle paso a la modernidad y el desarrollo. Y así, más de 30 relatos sobre personajes, sitios y momentos donde Sergio Zepeda pudo vivir.

El libro, que será presentado por el historiador José María Muriá y Abel Salgado, es un paso por medio siglo de cambios en la metrópoli, “nuestra ciudad es una ciudad que se inició con barrios y colonias, con la comunidad que se veía en las fiestas de las cuadras; antes la gente cuando se iba a cenar a una casa ajena los papás de la novia preguntaban que quiénes eran tus papás, los apellidos de abolengo, ahora ni conocemos al vecino. Se vive rápido, se es millonario pero no sabemos de dónde se obtiene, se es un rico fugaz y pelafustán”.

El cigarro de Sergio fue sorbido una vez antes, de que se haya consumido con el tiempo. La plática por ahora tiene que esperar para que el próximo miércoles, en el Ex Convento del Carmen, el silencio se rompa para revivir los recuerdos.

Fuente: (Informador.com.mx)

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