Digitalizarán tesoro del “Magonismo”, en posesión de Diego Flores Magón, bisnieto del periodista y político mexicano

Regeneración, detalla en entrevista con Crónica Diego Flores Magón, bisnieto del periodista y político mexicano.
El material es considerado oro molido para el magonismo y será digitalizado para su posterior consulta en el Centro Cultural y Documental El Hijo del Ahuizote, en la calle Colombia número 14, del Centro Histórico, sitio que fungió como redacción de Regeneración, según consta en una fotografía del 5 de febrero de 1903, donde los hermanos Flores Magón y otros colegas colocaron una manta en la fachada con la leyenda: “La Constitución ha muerto”.
Sin embargo, cuando el edificio fue descubierto por los descendientes de los Flores Magón, se percataron que éste fue ocupado por un grupo de vendedores ambulantes, a quienes el Gobierno del Distrito Federal les cedió legalmente el sitio entre 2007 y 2009, luego de haberlo expropiado tras el terremoto de 1985.
Este asunto, explica Diego Flores Magón, hasta hoy no ha sido resuelto, dado que los ambulantes exigen la adaptación de un nuevo acceso a este inmueble histórico, modificando parcialmente su forma original. Por ahora todo está en manos del GDF, el Fideicomiso del Centro Histórico y el INAH.
“El patio era hermoso cuando lo descubrimos, pero con el tiempo se ha deteriorado. Pero el problema es que los ambulantes han mostrado su preferencia por romper la fachada del edificio y tener otro acceso a la calle, lo que me parece inadmisible, pero es una cuestión que aún no está definida”, detalla.
Por ahora, el edificio está en proceso de restauración, con financiamiento federal y del Fideicomiso del Centro Histórico, pero Diego Flores considera que a principios de 2012 el centro cultural estará listo y operará como biblioteca y hemeroteca digital abierta al público, centro de exposiciones basadas en el acervo y de muestras fotográficas, congresos, conferencias sobre magonismo y talleres de periodismo para vincular el espacio a su idea original: la libertad de expresión en México.
“Nosotros firmamos un convenio de colaboración con el fideicomiso, donde ellos se comprometen a proporcionarnos recursos para la restauración del edificio, y nosotros dejaremos en este lugar el archivo de mi bisabuelo para sostener un centro cultural de documentación”, apunta.
LOS REVOLTOSOS. El hijo del Ahuizote ofrecerá la versión digital del archivo de Enrique Flores Magón, pero será enriquecido con dos fondos adicionales: uno proveniente de la Secretaría de Relaciones Exteriores y otro del Fondo de Revoltosos de la Secretaría de Gobernación Porfiriana, que se encuentra en el Archivo General de la Nación (AGN).
En el caso particular del Fondo de los Revoltosos, éste contiene cartas de militantes anónimos regados por todo el país, sus quejas y discursos. Es una etapa de la historia poco atendida. “Ahí se encuentran los testimonios de magonistas de 1905: de qué se quejaban, qué los movía a militar, cuáles eran sus ideas sobre democracia y liberalismo, sus malestares y quebrantos”, explica.
“Esa es una dirección emocionante, infinita e inagotable que hemos ido explorando. Por ahora sólo tenemos un acuerdo con el archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores para digitalizar lo que ellos tienen relacionado con el magonismo –que es oceánico–, para añadirlo a la oferta del centro documental”, explica.
PERSPECTIVA FAMILIAr. Para Diego Flores Magón, el archivo de su bisabuelo ofrece una perspectiva familiar inédita sobre la dinámica del Partido Liberal Mexicano, que incluye relatos autobiográficos de los hermanos Flores Magón y de otros correligionarios, incluso guarda el testimonio de la ruptura entre Enrique y Ricardo en 1916.
Y para él, un archivo como éste es “un encuentro con el pasado más poético, porque me parece que en las fuentes primarias uno puede enfrentarse a esa posibilidad de asombro, donde es posible tener momentos de epifanía, como éste”.
Diego Flores también habla el cansancio que le ha producido la forma como ha sido escrita la historia del magonismo. “El magonismo está muy centrado en la figura de los hermanos, pero con estos archivos he descubierto un mar de gente, un laberinto de historias personales, que vale mucho la pena salvar, rescatar, entender y contar nuevamente”, apunta.
“Por ahora estoy esperando que en 2011 aprueben una solicitud de financiamiento que hice a una organización estadunidense para digitalizar el archivo, pero si no lo obtuviéramos le vamos a buscar por otro lado. Además, en febrero buscaremos un proyecto con fondos de la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C. (Adabi) para estabilizar el fondo hemerográfico”, señala.
FONDO EXILIADO. Una vez digitalizado el acervo, que por ahora se encuentra físicamente en la colonia Polanco, podría ser donado a alguna institución archivística, como podría ser Condumex, la Biblioteca de El Colegio de México o al archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores. “Por ahora aún tenemos un vínculo afectivo con los papeles y no hemos decidido qué hacer con ellos”.
El proyecto también mostrará la dimensión binacional del magonismo en México y la frontera, dado que el acervo de Enrique es el de un exiliado político que pasó veinte años en Texas, Kansas y California.
“El magonismo tiene en Estados Unidos una vida simbólica actual y a lo largo de todo el siglo XX”, explica Diego Flores. “No olvidemos que el magonismo es un movimiento que aún sigue y que hoy está formado por mexicanos, trabajadores o migrantes que están en estos lugares de Estados Unidos”, concluye.
Fuente: (cronica.com.mx)