“Puerta grande” para Enrique Ponce y Sebastián Castella; “El Zapata”, banderillas de antología en el LXV aniversario de la Plaza México

once toros de cuatro diferentes ganaderias.

Eulalio López El Zotoluco (azabache y oro) abrió el maratónico festejo con un débil toro de la ganadería de Julio Delgado, Gran Amigo, número 108, cárdeno obscuro bragado y cornivuelto con 590 kilos que le pesaron demasiado. Lo muleteó a media altura tratando de que el burel no rodara por la arena, lo despachó de certera estocada para escuchar palmas y pitos al toro en el arrastre.

El quinto fué de la ganadería de Teófilo Gómez, Chema, número 603, entrepelado bragado y cornivuelto con media tonelasa de peso al cual recibió con un enjundioso farol de hinojos y chicuelinas en el centro del albero; con la pañosa una faena en la querencia con muletazos a cuenta gotas; estocada para escuchar silencio y pitos al toro rumbo al destazadero.

Enríque Ponce (azul marino y oro) con un astado de Teófilo Gómez, Cuatro Amores, número 761, cárdeno claro bragado meano y cornivuelto con 505 kilos, sabrosas verónicas y quitó por cadenciosos mandíles. Le brindó al cónclave para hacer una faena con muletazos de tanteo, caminandole toreramente del tercio a los medios y allí estéticos derechazos, un trincherazo de cartél y otra coreada tanda con la diestra; natutales ya no en el mismo tenor por lo que volvió a la diestra para bordar derechazos de vuelta entera y adornarse con un abaniquéo por la cara; con el acero: pinchazo en todo lo alto y estocada para cortar una oreja que le otorgó el juez de plaza Don Jorge Ramos Sandoval y que le entregó el alguacilíllo Armando Ortega.

El sexto fué de Teófilo Gómez, Acá Entre Nos, número 719, entrepelado baragado y veleto con 475 kilos, el cual fué ruidosamente protestado por su escaso trapío y fué cambiado por un toro de Garfias, Histórico, número 4, zaino y capacho con 480 kilos, el cual nuevamente fué protestado por su poca presencia, por lo cual el valenciano lo despachó para escuchar silencio y pitos al astado en el arrastre.

Regaló un toro de la ganadería de Campo Real, Muchacho, número 350, cárdeno claro bragado caribello y cornidelantero con 480 kilos, al cual con el percal le dió verónicas del tercio a los medios. Después de brindarle al público, muletazos de tanteo en los medios y tres series de derechazos deletreados ahí mismo, otra serie de naturales y volvió al pitón diestro que era el más boyante para adornarse en la puerta de toriles y con la toledana un estocadón para cortar otra oreja y ganarse la salida en hombros por la puerta grande.

Uriel Moreno El Zapata (tabaco y oro) con un ejemplar de Teófilo Gómez, Mostri, número 753, cárdeno bragado listón caribello y cornivuelto con 512 kilos, estuvo entregado, lo recibió con dos cambiados de espaldas y tafalleras en tablas; llevó al caballo y el quite se le descompuso; banderilló, dejando dos pares al violín en el centro del redondel por los cuales dió la vuelta al ruedo y un tercer par al cuarteo. Con la pañosa, hízo el imposible en la misma boca de riego y tres series de derechazos en la contraquerencia; con el acero: media y descabello con un aviso entreverado para cortar una oreja que le entregó Arturo Ramos y aplausos al toro en el arrastre.

El séptimo también fué de Teófilo Gómez, Sentimiento, número 711, zaino y cornidelantero con 510 kilos, tres cambiados de hinojos en tablas y de pie, verónicas; bregó hacia el caballo y quitó por ajustadas chicuelinas. Nuevamente banderilló, dejando dos pares al violín galleándole y un tercer par al cuarteo de las tablas al tercio por el pitón siniestro. En el tercer tercio, el imposible en tablas y atropellados derechazos, se cambió a la siniestra para ejecutar naturales sin conexión con el tendido, por lo cual cortó por lo sano, dejando dos pinchazos, media y dos descabellos para escuchar palmas y aplausos al burel en el arrastre.

Sebastián Castella (grana y oro) con un astado de Teófilo Gómez, Negrito, número 723, negro bragado y cornivuelto con 480 kilos, poco con el percal de salida y quitó por chicuelinas. Sin brindar, muletazos por alto en el tercio, derechazos con nula transmisión al tendido y con el acero: pinchazo y descabello para escuchar palmas y pitos al toro en el arrastre.

El octavo de la noche fué de Julio Delgado, Capitán, número 82, castaño bragado meano y cornivuelto tocado del derecho con 523 kilos, verónicas doblando las manos el astado; sin brindar, muletazos a un toro inválido, estocada y palmas, asi como pitos al toro en el arrastre.

Regaló un décimo, éste de la ganadería de Garfias, Cumpleañero, número 26, castaño bragado y cornidelantero con 505 kilos, que a la postre resultó el mejor toro del festejo, poco con el percal pero la poteósis vino con la pañosa, una faena con muletazos de todas marcas ante el delirio del público, petición de indulto y estocadón para cortar dos orejas que le entregó el alguacilíllo Arturo ramos y arrastre lento para el bravo y noble ejemplar de Garfias.

La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento

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Toros en la México

 

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