El fenómeno del Súper Bowl y la afición de la NFL en México

masivo a nivel mundial y año con año millones de espectadores siguen este encuentro a través de las pantallas de televisión.

Pero en México el futbol americano ha tenido un aumento exponencial en cuanto a números de seguidores en los últimos años. Según cifras de la propia NFL, en nuestro país existen alrededor de 16.5 millones de aficionados que domingo a domingo siguen los partidos de la liga.

Del total de todos ellos, 3.3 millones de aficionados están felices, pues son el número de seguidores de los “Acereros” en México. Una cifra muy parecida a la de los Dallas “Cowboys”, que es de los equipos más queridos en la tierra azteca, seguidos seguramente de los 49 de San Francisco, que tiene un gran número de aficionados de este lado del Río Bravo.

Estos números implican que el gusto por ver y practicar –aunque sea de manera informal- este deporte ha aumentado, pero también que es un nicho de mercado extraordinario para la NFL. Por eso no es ninguna novedad que México haya sido sede de algunos partidos de pretemporada y en una ocasión albergó uno de temporada regular en el estadio Azteca, debido a que los ejecutivos de la National Futbol League saben el potencial económico que representa nuestro país.

Pero para desgracia de ellos, todavía no han podido consolidar este gusto de los aficionados mexicanos con el orgullo que representaría ver a un mexicano triunfar en la NFL. Y muchos lo han intentado, el último y más exitoso fue Rolando Cantú, que jugó con los Cardenales de Arizona y tuvo alguna participación en juegos oficiales.

Y es que en México este deporte no ha tenido el impulso necesario para crear una liga competitiva que forme a los jugadores con las bases para ir a buscar un lugar al menos en la NFL Europa, que es en donde más posibilidades tienen para jugar. El futbol americano sigue siendo un deporte universitario -y ahora la ONEFA está dividida en varias competencias separadas- que debería de ser un gran escaparate deportivo y profesional.

Por mucho tiempo se veía como imposible que un mexicano, por sus características físicas, pudiera pensar en competir con los monstruos de la NFL; pero en los últimos años ya se demostró que algunos mexicanos sí dan el biotipo que exige esta liga, sobre todo los originarios en el norte del país.

También ya se comprobó que el nivel técnico y táctico ha mejorado muchísimo, esto gracias a los planes de trabajo que han implementando principalmente –pero no sólo ellos- algunas universidades privadas, estando en la vanguardia el Tec de Monterrey.

Y por sorprendente que parezca, existen muchas ligas organizadas en donde los pequeños pueden practicar este deporte y llevar una formación deportiva encaminada a la competencia y diversión, sin embargo, en la medida en la que crecen, se van perdiendo espacios y oportunidades de seguir de forma activa en el deporte de las tacleadas.

Ojala que este deporte pudiera crecer y por qué no, pensar en una liga profesional, al menos así los jugadores colegiales podrían seguir su carrera deportiva una vez que terminan su ciclo de elegibilidad a nivel estudiantil. Parece un proyecto difícil de llevarse a cabo en la actualidad, pero no hay que perder las esperanzas….

Mientras tanto, muchos mexicanos aficionados a los Steelers estarán apoyando a su equipo pese a la onda polar que afecta Dallas, a los retrasos de los vuelos por las nevadas y a los precios exorbitantes por un boleto en la reventa…Esto sí es amor por la camiseta, ¡uy, perdón! es el jersey.

Redacción Azteca 21

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