La “pirekua”, canto tradicional que da identidad a la población p’urhépecha

p’urhépecha, aunque también se canta en español, y ha sido fundamental para preservar la lengua y la cultura. A través de ésta se transmiten valores éticos, el pensamiento y la memoria de su devenir histórico y social.

El reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgando por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a la pirekua reconoce el valor de esta ancestral tradición musical que transmite las vivencias cotidianas del pueblo p’urhépecha en su lengua original.

La Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO establece ciertas condiciones que debe cumplir una práctica para poder ser tomada en cuenta a la candidatura de Patrimonio Cultural Inmaterial, y la pirekua cumple con tres de éstas: representa la lengua, tradición y expresión oral originarias; se manifiesta a través de las artes y  tiene un significado de práctica social, ritual y festiva.

La pirekua es un canto interpretado por los pireris (intérpretes), que son hombres y mujeres elegidos entre la comunidad. En el conjunto de comunidades donde se canta la pirekua se han observado variaciones regionales en 30 de los 165 grupos comunitarios. Generalmente se canta con un ritmo lento acompasado y en algunos casos presenta ritmos de sones y abajeños.

Puede cantarse en solo, dúo o trío y puede acompañarse con coros, orquestas de cuerdas y conjuntos musicales de instrumentos de cuerdas y viento.

Los pireris son reconocidos por su creatividad y la interpretación de canciones antiguas. Las letras de las canciones abarca una gran variedad de temas: acontecimientos históricos, religión, hábitos y costumbres sociales y políticas, amor, noviazgos, entre otros. Asimismo los pireris se convierten en mediadores sociales al utilizar este canto para expresar sentimientos y comunicar acontecimientos importantes a las comunidades p’urhépechas.

En las festividades la pirekua se canta en la casa y en diversos acontecimientos sociales. Un ejemplo de esto es la fiesta de San Lucas, poblado michoacano y en el Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha, el primero data de la época colonial y el segundo de los años setenta del siglo XX.

La pirekua también transmite tradiciones, costumbres, cómo se hacen y cuáles son las artesanías y las vestimentas. El canto tradicional p’urhepecha, que constituye un signo distintivo de identidad y un medio de comunicación para más 100 mil p’urhépechas, forma parte esencial dentro del programa de turismo cultural Ruta Vasco de Quiroga desarrollado por el gobierno michoacano.

Las comunidades con mayor tradición de este canto son Quinceo, Zacán, San Lorenzo, Comachuén, Nurío, Cherán, Ichán, Angahuan y los pueblos ribereños del lago de Pátzcuaro, que la conservan en sus ritos, festividades cívicas e intercambios sociales que reafirman los vínculos comunitarios.

La pirekua resuena a través de la meseta tarasca, la zona lacustre y la Cañada de los Once Pueblos de Michoacán.
YUL    

Fuente: (CONACULTA)

El canto pirekua, que data del mediados del siglo XIX, tiene su origen en la tradición oral indígena mezclada con la musicalidad que enseñaron los evangelizadores europeos; es una expresión creada por el pueblo p’urhépecha del estado de Michoacán que es vocalizada en lengua p’urhépecha, aunque también se canta en español, y ha sido fundamental para preservar la lengua y la cultura. A través de ésta se transmiten valores éticos, el pensamiento y la memoria de su devenir histórico y social.

El reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgando por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a la pirekua reconoce el valor de esta ancestral tradición musical que transmite las vivencias cotidianas del pueblo p’urhépecha en su lengua original.

La Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO establece ciertas condiciones que debe cumplir una práctica para poder ser tomada en cuenta a la candidatura de Patrimonio Cultural Inmaterial, y la pirekua cumple con tres de éstas: representa la lengua, tradición y expresión oral originarias; se manifiesta a través de las artes y  tiene un significado de práctica social, ritual y festiva.

La pirekua es un canto interpretado por los pireris (intérpretes), que son hombres y mujeres elegidos entre la comunidad. En el conjunto de comunidades donde se canta la pirekua se han observado variaciones regionales en 30 de los 165 grupos comunitarios. Generalmente se canta con un ritmo lento acompasado y en algunos casos presenta ritmos de sones y abajeños.

Puede cantarse en solo, dúo o trío y puede acompañarse con coros, orquestas de cuerdas y conjuntos musicales de instrumentos de cuerdas y viento.

Los pireris son reconocidos por su creatividad y la interpretación de canciones antiguas. Las letras de las canciones abarca una gran variedad de temas: acontecimientos históricos, religión, hábitos y costumbres sociales y políticas, amor, noviazgos, entre otros. Asimismo los pireris se convierten en mediadores sociales al utilizar este canto para expresar sentimientos y comunicar acontecimientos importantes a las comunidades p’urhépechas.

En las festividades la pirekua se canta en la casa y en diversos acontecimientos sociales. Un ejemplo de esto es la fiesta de San Lucas, poblado michoacano y en el Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha, el primero data de la época colonial y el segundo de los años setenta del siglo XX.

La pirekua también transmite tradiciones, costumbres, cómo se hacen y cuáles son las artesanías y las vestimentas. El canto tradicional p’urhepecha, que constituye un signo distintivo de identidad y un medio de comunicación para más 100 mil p’urhépechas, forma parte esencial dentro del programa de turismo cultural Ruta Vasco de Quiroga desarrollado por el gobierno michoacano.

Las comunidades con mayor tradición de este canto son Quinceo, Zacán, San Lorenzo, Comachuén, Nurío, Cherán, Ichán, Angahuan y los pueblos ribereños del lago de Pátzcuaro, que la conservan en sus ritos, festividades cívicas e intercambios sociales que reafirman los vínculos comunitarios.

La pirekua resuena a través de la meseta tarasca, la zona lacustre y la Cañada de los Once Pueblos de Michoacán.

YUL

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