EUA y China más vale aliados

convertido en una pieza clave del ajedrez global.
En la página 114 escribí: “En Asia algunas proyecciones provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que el poderío de China se deberá a su crecimiento económico y a su industria militar. El gigante rojo será un jugador más activo en la esfera asiática del libre comercio; y la impulsora de un nuevo organismo acreedor mundial en abierta competencia con el FMI”.
Casi siete años después de dicha publicación muchos de los pronósticos han ido cumpliéndose como el hecho de una serie de roces entre las Coreas con indicios de alcanzar un mayor grado de violencia.
China arriba al 2011 convertida en toda una potencia económica, los crecimientos sostenidos de los últimos años desataron la envidia de muchos países sobre todo durante los largos meses de la peor recesión de que se tenga memoria en buena parte de la aldea global.
En 2009, el PIB chino creció 9.2% y en 2010 lo hizo en 10.3%  mientras medio  mundo industrializado sufre sendas reestructuras financieras y serios recortes presupuestales.
Respecto del organismo acreedor, si bien  China no promovió la creación de un ente regional, ello no impidió que esta nación convirtiera en la principal fuente de financiamiento de diversos países en desarrollo desplazando, no al FMI, pero si al Banco Mundial.
El Financial Times publicó hace poco que, en los dos  últimos años, China prestó  110 mil millones de dólares a países en vías de desarrollo por encima de lo que el propio Banco Mundial dio en financiamiento.
Se trata de un claro eje de influencia que además concede empréstitos por medio del Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación. El monto, se especula, podría ser incluso mucho mayor que el arriba señalado.
No queda lugar a dudas que muchos de los pronósticos de años atrás se han cumplido a cabalidad en el caso del gigante asiático. Por ende, es entendible la más reciente reunión entre Hu Jintao, presidente de China y su homólogo estadounidense Barack Obama.
A COLACIÓN
Son muchos temas en una delicada agenda entre dos países distintos: Estados Unidos le vende al mundo la simbiosis de dos variables como democracia y libertad económica como garantías de la felicidad de los ciudadanos; China aplica su propio criterio político y económico en una nación modernizada a medias con una base ideológica, cultural y tradicional nada de acuerdo con la democracia americana.
Hay dos choques de visiones además entre dos economías cuyo encuentro es también equidistante: China tiene años de crecimientos sostenidos, Estados Unidos tiene años de profundas espirales cíclicas con recesiones y recuperaciones.
Estados Unidos es el principal deudor del mundo, China empieza a desplazar a organismos internacionales acreedores y no tarda en ocupar el lugar de un Fondo Monetario Internacional (FMI) atrapado en una falta de liquidez.
La economía americana arrastra dos déficits gemelos el de cuenta corriente y presupuestal, al primero busca atacarse devaluando el dólar e inundando el sistema financiero de billetes verdes disponibles y baratos. Quieren copiar la política por siempre seguida por China y tan criticada de una moneda demasiado barata y de una política exterior competitiva por razones de diferenciales de costos y precios en los que el yuan es  relevante.
Mientras la Reserva Federal de Estados Unidos juega al Maquiavelo de la economía para emitir papel y tener dinero para salvar e inyectar a su sistema financiero, China, su banco central, posee la mayor cantidad de dólares inimaginables en reservas internacionales, el Fact Book de la CIA en su edición 2010 estima que al cierre de diciembre del año pasado, las reservas de dólares chinas alcanzaron los 2.622 trillones de dólares.
Así es que si algún día los chinos deciden darle sepultura al dólar basta con sacar todos sus dólares al mercado para que tengamos confeti verde y nazca entonces otro sistema monetario bajo otro orden mundial.
Estados Unidos quiere lo que China tiene, por eso lo más inteligente es ser amigo de los chinos y no su enemigo máxime cuando en la esfera global necesitamos contrapesos tras el final de la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín.
Urge un fiel de la balanza contra el terrorismo, las fuerzas desestabilizadoras, los grandes pendientes del desarrollo y la economía del mundo. La recuperación económica global es un volado en el tiempo porque hay muchas fuerzas desestabilizadoras mientras unos pierden otros ganan, el problemas deriva  cuando son más los perdedores.
China es mejor como amigo que como enemigo, mientras el mundo industrializado las pasa negras en  los últimos años y padecen por una destrucción de capital con un enorme costo social, los chinos han quedado pasivos mirando como medio mundo desmorona y no han hecho nada. Su política es la del cazador que aguarda pacientemente a que sus presas mueran famélicas antes de dar su primer tiro.  
Así es que Obama actúa con inteligencia, aunque le lluevan  críticas por  haber recibido como pompa y circunstancia a un dictador, por no ser más firme en la condena de los derechos humanos, etc.
Con tantas tensiones en la región asiática y la delgada línea de fragilidad entre Corea del Norte y Sur contar con el apoyo de Ju Hintao es imprescindible.
Ya Estados Unidos pisó demasiados intereses chinos en Afganistán y la apropiación de Irak como para continuar con las intromisiones en la región, definitivamente el horno no está para bollos.
Obama hizo bien en hablar con Ju Hintao, es más hasta logró buenos acuerdos en momentos en que Estados Unidos y sus industrias requieren  vender.
Por ejemplo, Boeing resultó beneficiada por el encuentro de los mandatarios con un jugoso contrato por 19 mil millones de dólares a cambio de  venderle a China un lote de  200 aviones.
P.D. Encuéntrenme en Facebook. Les invito a que opinen del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

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