“Los monólogos de Urtusástegui”, obra de la compañía “Al Trote” de Aguascalientes arranca las carcajadas del público

vida no lo permite, el entresueño escénico entra al quite.

La felicidad de la concurrencia fue motivada por la obra Los monólogos de Urtusástegui, con la compañía de formación actoral Al Trote, de Aguascalientes, Aguascalientes, que se presentó como parte de la programación del XXIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro.

Como su nombre lo indica, la obra está compuesta por cuatro monólogos: La carta, Cuatro cirios para mi cadáver, El atascadero e Híjole y cada uno fue representado por los actores Martín Murguía, Jorge Arena, Francisco Olayo e Iván Peñalver.

La propuesta de Urtusástegui para esta obra es ágil y divertida, plena de giros populares y situaciones cómicas. Plantea, en  La carta que un hombre puede reconstruir su matrimonio, frente a la tumba de sus esposa, a través no de las cartas de amor que nunca se escribieron pero sí por medio de las facturas que guardaban meticulosamente.

Finalmente, después de una vida llena de insatisfacción, el esposo ya liberado, deja que su esposa descanse en paz, mientras él se “arrrejunta” con la joven Paz.

La muerte, también, hace de las suyas en Cuatro cirios para mi cadáver, a través de los pensamientos de un muerto que se ha quedado solo en la agencia funeraria, en espera de que amanezca para ser enterrado. Así, el difunto recuerda pasajes de su vida, su matrimonio y sus múltiples hazañas sexuales, también la corrupción del gobierno que le permitió “salir del hoyo” de la pobreza.

El público asistente, que casi llenó el Teatro Jiménez Rueda, se entregó por completo a la divertida narración del personaje. Quien no sintió la llegada de la muerte, por un infarto y más bien se queja de su operación de la próstata: ¡Ese sí fue dolor! Al final, el espíritu ya liberado, sale en busca de una luz que lo llama a ritmo de cumbia.

También El atascadero, que retrata a los conductores atrapados en un “atolladero”, e Híjole están llenas de nostalgia,  y situaciones por lo demás chuscas.

Dirigida por José Claro Padilla, Los monólogos de Urtusástegui señaló que “el humor es una forma muy directa de llegarle al público, que entienda lo que se le quiere decir, que se inquiete y que brinque de carcajadas. Es un reconocimiento más a la fuerza que tiene el teatro de Tomás Urtusástegui”.

José Claro Padilla, y su grupo Al Trote, ha logrado consolidar una propuesta interesante en Aguascalientes, donde por cierto hay gran actividad escénica, en su propio Foro Cultural (Álvaro Obregón 236, Centro de Aguascalientes)  y otros espacios, con puestas en escena como Cada quien su vida, de Luis G. Basurto; Adán, Eva y la Otra, de Dante del Castillo o Mujeres hartas, de Joseph Claire, donde siete mujeres declaran estar cansadas de los roles que les impone la sociedad.

Con esta obra del grupo Al Trote quedó una vez más demostrado que la distancia entre el llamado teatro profesional y el amateur es mínima o más bien un prejuicio muy bien apuntalado. José Claro Padilla y sus actores lo demostraron en la escena y con el teatro lleno, sin mucha pretensión escenotécnica y buen desempeño.

El Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro, que concluye este 23 de enero, cuenta con el apoyo de la Coordinación Nacional de Teatro, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA-Conaculta) y el Centro Mexicano de Teatro AC, del Instituto Internacional del Teatro-UNESCO.

Fuente: (CONACULTA)

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