Amplian la reserva natural de Sian Ka’an que significa “Puerta al Cielo” en maya a casi un millón de hectáreas

Patrimonio de la Humanidad en 1987 por la Unesco y desde hace años suscitaba presiones del sector hotelero, principal motor económico de la zona.

La ampliación de Sian Ka’an pasa a ser efectiva a partir de hoy, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del acuerdo entre la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAMP) y la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA).

Hasta ahora la reserva ocupaba cerca de 650 mil hectáreas (unos 120 kilómetros, de norte a sur), por lo que con el añadido se acerca al millón.

Da cobijo a 103 especies de mamíferos y 336 de aves, y en ella hay 23 enclaves arqueológicos, algunos de hasta dos mil 300 años de antigüedad. Está habitada por unos pocos miles de personas y hay cierta actividad hotelera de pequeña envergadura.

El estado de Quintana Roo, donde está la reserva, comprende Cancún y la Riviera Maya, una costa fuertemente urbanizada (con más de 150 hoteles, muchos de ellos de grandes proporciones) y es el primer destino de sol y playa de México.

La zona genera una parte sustancial de las divisas que entran al país ya que la mayor parte de los visitantes son extranjeros, aproximadamente un 70 por ciento españoles.

En los últimos años, las autoridades federales limitaron la actividad de algunos hoteles situados en los márgenes de la reserva, protegida por el decreto presidencial que creó en 1981 el Parque Nacional de Tulum.

La actividad del sector hotelero es susceptible de provocar daños sobre las especies animales protegidas de Sian Ka’an (como las tortugas) y los vestigios arqueológicos mayas.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia, apenas se ha estudiado un tercio del área arqueológica de la zona, donde destaca la antigua ciudad de Tulum, situada junto al mar y muy visitada.

En los últimos años, las autoridades turísticas y de protección de los recursos naturales de México han analizado con los empresarios del sector el desarrollo del turismo en la parte sur de Quintana Roo, fronteriza con Belice, lo que ha provocado algunas protestas de grupos ambientalistas.

“Todo el mundo esta interesado en estos terrenos”, dijo a Efe, Araceli Domínguez, la presidenta del Grupo Ecologista del Mayab, el cual aún busca comprobar si los nuevos terrenos protegidos corresponden a los que estaban en litigio en los tribunales.

La propiedad pública de algunos de los terrenos era cuestionada por particulares que alegaban ser sus dueños y buscaban venderlos a cadenas hoteleras extranjeras, dijo.

La zona alberga, asimismo, la mayor red fluvial subterránea del mundo, una importante reserva de agua dulce, por lo que cualquier construcción entrañaría un riesgo extra para la naturaleza local, así como para la seguridad, explicó.

Domínguez denunció que las autoridades federales estudian ubicar en esta zona un nuevo aeropuerto internacional, para propiciar el desarrollo turístico, y calificó de error “detonar el crecimiento de Tulum” a través de hoteles masivos.

“Se puede desarrollar, pero con criterios ambientales y densidades bajas”, debido a la fragilidad del ecosistema y la riqueza arqueológica del enclave, concluyó.

Fuente: (Notimex)

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